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miércoles, 26 de junio de 2024

Gran día: presentación del libro, graja, tarro canelo, morito, canastera...

El pasado día 22 fue un día especial y muy completo; carrusel de emociones en el que, en principio, solamente iba a presentar el libro “Observaciones de campo del Lobo Ibérico 2.0” en la Librería de Ángela en Benavente pero, la naturaleza es caprichosa y nos tenía reservado un sorprendente número de observaciones a cada cual más interesante pero, empecemos por el principio.
Nos dirigíamos a Benavente para la presentación del libro cuando, al tomar el enlace a la autovía que llega de Madrid, en un giro a la izquierda un pájaro negro llama mi atención, está en mitad de la carretera, según llegamos se mueve a la derecha y mi sorpresa es mayúscula: “¡Una graja!”. Se posa en el quitamiedos, reduzco y paso muy cerca de ella que no se inmuta y sigue allí, posada, mirándonos según pasamos. Nunca había visto una graja. Allí estaba. Observándonos.
La graja es un ave con observaciones escasas en Zamora y una población muy restringida en España: “La población de graja en España, históricamente, ha limitado su presencia a la provincia de León. Sin embargo, desde el año 2018, la graja cuenta con un nuevo núcleo poblacional y reproductor en el municipio de Figueras, en la provincia de Girona.” (Fuente “La graja en España” Población reproductora en 2021. Autores: Javier García Fernández y Pablo Salinas López). 
Con la sorpresa en el cuerpo llegamos a Benavente para la presentación del libro “Observaciones de Campo del Lobo Ibérico 2.0.” en la Librería de Ángela. Presentación en la que me acompañó mi buen amigo Fernando García (algunas de sus fotografías aparecen en el libro). Quiero agradecer a Ángela todas sus facilidades, atenciones y el interés por el libro con una presentación en la que estuvimos muy a gusto en su coqueta librería. (Saldrá una entrada del blog solamente para este evento).
Terminada la presentación y después de comer nos dirigimos hasta la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, en el camino saltó una nueva sorpresa: una joven cigüeña negra se alimentaba en una pequeña charca en Villaveza del Agua.
Cigüeña negra levantando el vuelo.
Abejaruco.
Al llegar a Villafáfila el calor era sofocante pero, al nublarse, la visibilidad era un poco mejor así que había que intentar observar. Paramos en la Salina Grande (a estas alturas todavía hay bastante agua) donde este año se puede observar un buen grupo de gaviotas sombrías. Entre ellas 6 gaviotas patiamarillas descansaban bajo el sofocante calor.
Gaviotas patiamarillas junto a sombrías.
En el agua un tarro canelo descubierto por Daniel García horas antes se alimentaba junto a tarros blancos, ánsares comunes, avocetas o cigüeñuelas mientras las pagazas piconegras y las gaviotas reidoras volaban en busca de alimento, los dos flamencos, descubiertos hace unos 10 meses por Gary Losada, seguían en mitad de la laguna descansando.
Tarro canelo en la lejanía de Villafáfila.
Salió el sol y la visibilidad se tornó imposible, la reverberación impedía cualquier observación mínimamente decente así que decidí acercarme a la Laguna de San Pedro en Villarrín de Campos que, al estar más cerca el agua, seguramente se pudiera ver mejor.
Al llegar una espátula dormitaba en la orilla. Espátula con anilla W[A2XJ] de origen francés que pude ver el día 10 de junio. Cigüeñuelas, un andarríos bastardo, un andarríos grande, avefrías, el morito que se descubrió el día 6 y…¡una canastera!
Canastera junto a una avefría.
Era verdaderamente sorprendente ver una canastera a finales de junio, fecha muy tardía para la provincia de Zamora. Canastera y morito juntos en una estampa muy poco habitual en Villafáfila más propia de Castilla la Mancha, Andalucía o Extremadura.
Morito en primer término. Canastera junto a una avefría detrás.
Garceta grande.
Día completo, lleno de buenas sensaciones y observaciones muy interesantes que nos hicieron disfrutar de una magnífica jornada.

jueves, 9 de mayo de 2024

Gaviotas cana, enana, cabecinegra, sombría, patiamarilla, reidora...en una Villafáfila imponente.

La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila está imponente. El agua es un poderoso imán que atrae a cientos y cientos de aves hasta las lagunas. Pagazas pìconegras, avocetas, cigüeñuelas, archibebes, porrones o zampullines se mueven incansables en las lagunas mientras búhos campestres, cernícalos o aguiluchos vuelan en busca de alimento.
En este constante ir y venir nos encontramos con visitantes ilustres que llevan muchos meses en la lagunas como los dos flamencos o el pequeño grupo de correlimos de Temminck pero en esta entrada quiero centrarme en las gaviotas, pagazas y fumareles que en estos momentos se pueden ver en las lagunas.
Hace unos días pude disfrutar de 6 especies de gaviota: cana, enana, cabecinegra, sombría, patiamarilla y reidora. Un magnífico ramillete de gaviotas que sorprende por su variedad y presencia de algunas especies en esta época del año.
Gaviota cana de tercer año en primer término y de segundo año detrás.
Dos preciosas gaviotas canas, una de tercer año (descubierta por Alfonso Rodrigo) y un segundo año (descubierto pro Juan José González y Miguel Ángel G. Matellanes) se alimentaban en una zona encharcada en la que gaviotas reidoras y pagazas iban y venían capturando pequeños insectos.
Gaviota cana de segundo año delante y de tercero detrás.
La gaviota cana es una hermosa gaviota poco más grande que la reidora, de aspecto elegante con cabeza redondeada, pico amarillo con la punta oscura y porte altivo que es bastante escasa en nuestra tierra, criando en el centro y, sobre todo, norte de Europa; es verdaderamente raro encontrarse con un ejemplar adulto en esta época del año.
Gaviotas canas que invernan en diferentes partes de nuestro país (donde no crían) provenientes del norte de Rusia, países escandinavos y las colonias más cercanas de Gran Bretaña, Holanda y Alemania.
La gaviota cana es una gaviota que alcanza el plumaje de adulto al tercer año de vida que se deja ver muy poco por nuestra provincia y siempre es una enorme alegría poder disfrutarla y, si son dos como en este caso y de diferente edad, es una satisfacción doble.
Gaviota cana de segundo año.
La primera en aparecer fue el ejemplar de segundo año que rápidamente se dispuso a picotear toda la superficie del agua y el barro que la circundaba. Comía rápidamente mientras las pagazas caían en ágiles vuelos para bajar y capturar el tan ansiado alimento.
Gaviota cana adulta volando entre gaviotas reidoras.
Al poco apareció la gaviota cana de tercer año a la que se unió la de segundo año para seguirla en todo momento en su deambular por el encharcamiento rebosante de pequeños insectos que suponían su alimento.
Gaviota cana de tercer año.
Gaviota cana de tercer año a la izquierda y de segundo año a la derecha.
Gaviota enana de segundo año.
Una gaviota llamaba la atención por su pequeño tamaño, era la gaviota enana de segundo año que lleva un tiempo en las lagunas (descubierta por Gary Losada).
La gaviota enana es la gaviota más pequeña del mundo. De aspecto rechoncho con patas rojas cortas, pico pequeño y negro parecía una liliputiense junto al gran Gulliver en forma de pagazas y gaviotas reidoras.
Es una gaviota que cría en centro Europa (Polonia, Rumanía, Ucrania, Países Bajos) además de la zona que va desde Escandinavia y el Báltico hasta el este de Siberia. Su zona de invernada en España se centra en el delta del Ebro, del Llobregat y la albufera de Valencia. De forma muy escasa y esporádica aparece en el interior de la península en sus pasos migratorios y es aquí: La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, uno de los principales puntos en los que aparece esporádicamente.
Una imponente gaviota cabecinegra entró en escena. Un adulto en pleno esplendor de la primavera que también ha venido a comer al festín de insectos que parecen bullir en el pequeño encharcamiento.
Cabecinegra que junto otras tres intentan hacerse un hueco en las islas de la Salina Grande en las que el terreno para criar está muy solicitado y disputado. Cabecinegra anillada con anilla metálica que no puede leer porque estuvo muy poco tiempo y no me dio tiempo a sacar el telescopio y poder verla a través de él, aún así pude leer algún número pero sin saber su procedencia...una pena de lectura.
Gaviotas sombrías.
Una gaviota patiamarilla inmadura sesteaba en una pequeña isla de la Salina Grande mientras que un par de grupos de sombrías descansaban en la misma laguna y en Barillos. Un más que repoquer de gaviotas en una Villafáfila esplendorosa a la que poco a poco van llegando también los fumareles comunes y cariblancos.
Fumarel cariblanco.
Fumareles comunes que se concentran en la zona de la balsa alimentándose en constantes acrobacias y rápidos vuelos para lanzarse sobre la superficie del agua y capturar los pequeños insectos que les sirven de alimento. 
Entre estos grupos de fumareles comunes aparece algún fumarel cariblanco que son los fumareles más abundantes en la península Ibérica; la población española es de las más importantes de Europa, criando en La Albufera de Valencia, Las Marismas del Guadalquivir o El Delta del Ebro.
Gaviota reidora.
Pagazas piconegra.
Estas gaviotas, pagazas piconegras y fumareles son una mínima parte de lo que se puede ver y disfrutar en esta esplendorosa primavera en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, un lugar digno de conocer por su belleza e importancia.

lunes, 15 de agosto de 2022

Gaviotas veraniegas en la provincia de Zamora.

En lo que va de verano he podido disfrutar en la provincia de Zamora de varias observaciones de gaviotas interesantes. La primera y más importante fue la observación de una gaviota de Audouin el pasado día 3 de agosto en el embalse de Valparaiso en Villardeciervos.
Gaviota de Audouin en Villardeciervos el 3 de agosto..
La gaviota de Audouin está catalogada de “interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como “vulnerable” en el Libro Rojo de las aves de España. Preciosa gaviota que se han ido recuperando lentamente de una situación alarmante en los años sesenta del s.XX; siendo, actualmente, la población española la más importante a nivel mundial.
Gaviota que se encontraba en un grupo de gaviotas reidoras que descansaban en el centro del embalse. Gaviota que corroboró Miguel Rodríguez, joven biólogo pero de un enorme conocimiento y sabiduría, gracias Miguel.
Gaviota de Audouin en Villardeciervos el 3 de agosto.
Era un ejemplar juvenil que destacaba en el grupo de gaviotas reidoras. Solamente se movieron una vez presionadas por una moto de agua que pareciera tuviese una imperiosa necesidad de levantar al grupo de gaviotas.
Era la segunda vez que veía gaviota de Audouin en Zamora. La primera fue el 24 de julio 2017 en el Lago de Sanabria, gaviota descubierta por Hipólito Hernández “Poli” dos días antes, el 22 de julio, momento en el que vio dos ejemplares juveniles, uno de ellos con un anzuelo clavado en el pico (si queréis recordarlo pinchar aquí).
Gaviota de Audouin el 24 de julio de 2017 en el Lago de Sanabria.
La gaviota de Audouin se distribuye por la zona mediterránea con lo cual verla en esta zona supone una rareza. Gaviota que es la cita número doce para la provincia de Zamora. En este enlace de Gaviotas raras de Galicia, España y otros lugares se puede ver el listado completo de las observaciones de Gaviota de Audouin en la provincia de Zamora. Obra del incansable Antonio Gutierrez que hace una enorme labor de recopilación de citas de gaviotas raras por toda Europa. Enhorabuena.
Recopilación elaborada por Antonio Gutiérrez
 de citas de gaviota de Audouin en España
 en las provincias considerada como rara.
El grupo de gaviotas reidoras más la Audouin era un grupo en paso, en movimiento y coincidió que descansaron en el embalse justamente uno de los días que pasé yo.
Gaviota patiamarilla cerca de Puebla de Sanabria el 29 de junio..
Dos gaviotas patiamarillas he podido ver también. La primera fue otra preciosa casualidad ya que el 29 de junio me encontraba en la sierra observando unos ciervos cuando mi vista se fijó en “algo” que venía volando de una forma nada habitual en la sierra. Parecía una gaviota. Me dio el tiempo justo para coger la cámara, apuntar y tirarle algunas fotos. Era una gaviota patiamarilla que cruzaba la sierra zamorana al anochecer.
Gaviota patiamarilla en Villardeciervos el 12 de julio de 2022.
La segunda era un inmaduro que descubrió el gran ornitólogo Alfonso Rodrigo el 12 de julio horas antes de que yo pasara por el embalse de Valparaiso en Villardeciervos.
Junto a estas observaciones quiero unir la de una gaviota cabecinegra juvenil que descubrió Hipólito Hernández “Poli” en el Lago de Sanabria el pasado 25 de julio.
Gaviota cabecinegra juvenil en el Lago de Sanabria el 25 de julio.
Gaviotas a las que uno varias observaciones de gaviotas reidoras, mucho más comunes en la provincia de Zamora pero que merecen también nuestra atención. 
Gaviotas reidoras.
Quizás para la gente que está acostumbrada a ver gaviotas en las zonas costeras esta entrada no despierte gran interés pero, para la gente de interior, ver una gaviota siempre es una gran satisfacción y si son poco comunes mayor aun.

lunes, 24 de enero de 2022

Nueva visita a Gomecello I.

Amanecía. La mañana no estaba tan fría como debería para la época, tres grados sobre cero era una buena temperatura para comenzar, el principal problema era la persistente niebla que nos acompañó hasta bien entrada la mañana.
Miguel Rodríguez y Miguel Martín me esperaban para que les acompañara en su visita al vertedero de Gomecello. Miguel Rodríguez es un joven biólogo con madera de profesor que da gusto escuchar, sus explicaciones son claras, concisas y precisas, de enorme sabiduría, paciencia y un conocimiento absoluto de todo lo que se puede mover en Gomecello donde (junto con Miguel Rouco) realiza, desde hace siete años, una extraordinaria labor de estudio de todo lo que se mueve en ese entorno. Miguel es un joven salmantino (con raíces zamoranas) que, a pesar de su juventud, es una referencia nacional en el mundo de la ornitología, con un enorme futuro al que solamente él será capaz de ponerle techo. Gracias Miguel.
Junto a él, otra de las promesas de la ornitología salmantina: Miguel Martín. Un jovencísimo pajarero de enormes y sorprendentes conocimientos para su edad que se hace fuerte en su carácter introvertido, su poco hablar hace que todo lo que dice sea acertado o en busca de una puntualización que le permita afianzar sus conocimientos.
Hasta prácticamente las 10:30 h de la mañana no levantó la niebla lo suficiente como para poder ver todo el mundo que estaba oculto ante nuestros ojos y que solamente escuchábamos: miles de gaviotas se levantaban, comían o descansaban en tejados, zona de alimentación o en el suelo.
Era mi segunda visita a Gomecello. Comenzamos a buscar entre las miles de aves que allí se encontraban. Miguel, con su característica amabilidad, nos iba contando todos los pormenores de las gaviotas que nos íbamos encontrando.
Gaviota reidora y cabecinegra de primer invierno.
La primera sorpresa fue una gaviota cabecinegra de primer invierno que se movía cerca de un grupo de reidoras que bebían agua en unos charcos cercanos. Aquí, a los ilustres visitantes para distinguirlos rápidamente se les pone nombre, el de esta gaviota cabecinegra es Karina.
Entre las exquisiteces de Gomecello se encuentra el gavión atlántico. Sus citas en el interior son muy escasas y casi siempre asociadas a grandes bandos de gaviotas sombrías y en vertederos. El gavión atlántico es la mayor gaviota que se puede ver en España, puede alcanzar hasta 1,65 m de envergadura. Se puede ver en ambos lados del Atlántico Norte, reproduciéndose en Islandia, Escandinavia, Groenlandia, Gran Bretaña y noroeste de Francia, además de en el nordeste de Norteamérica; en la península ibérica se suele ver, de forma esporádica, en invierno en la costa gallega y cantábrica. Verlo en el interior es muy, muy complicado. He de decir que he tenido la inmensa suerte de verlo en el río Duero a su paso por Zamora ciudad un memorable 17 de diciembre de 2020 (recordarlo aquí).
Gavión atlántico de tercer invierno.
Allí estaba el ejemplar de tercer invierno. Grande. Potente. Fuerte. Imponente ante las gaviotas sombrías. ¿Su nombre? De momento no tenía así es que rápidamente iniciamos una ronda de nombres para tan ilustre visitante, el elegido fue: Azarías.
Miguel habla, nos cuenta lo que vamos viendo y es capaz de distinguir las gaviotas con un solo vistazo. En todos sus movimientos y comentarios derrocha conocimientos del lugar y de las especies que allí nos vamos encontrando. Otra de las especies que llegan en invierno hasta Gomecello es la gaviota argéntea.
Gaviota argentea Clint (primer invierno).
La gaviota argéntea es abundante en el norte y oeste de Europa pero en España es una escasa invernante que se suele ver en las costas del cantábrico y atlántico además de sus apariciones puntuales en algunos vertederos del interior. Especie a la que tengo muchas ganas de ver en la provincia de Zamora donde aun no se ha visto. Especie que no desisto en intentar ver en Zamora y como dice Miguel Rodríguez: “Más difícil es ver un gavión atlántico y lo viste así es que todo puede pasar”.
Gaviota argentea Tamara (tercer invierno).
Clint (primer invierno), Celsa (segundo invierno) y Tamara (tercer invierno) me permitieron aprender in situ, ver las explicaciones de Miguel Rodríguez acerca de sus características principales es todo un lujo: aspecto compacto, pico algo rosado en la base…aprender viendo y escuchando al que sabe. Un verdadero privilegio. Como decía mi abuelo: “Escucha a los que más saben porque de ellos es de los que más se aprende”.
Ya, en ese momento, Miguel tenía la sensación de que Celsa era una vieja conocida; días más tarde y, tras un exhaustivo estudio, confirmó que Celsa era Miguelita un ejemplar que había estado en Gomecello el año anterior entre el 22 de octubre de 2020 y el 13 de marzo de 2021 y había vuelto este invierno.
Gaviota argentea Miguelita (primer invierno) el 30-12-2020.
Abajo, Celsa (segundo invierno) el 30-12-2021
que resultaron ser el mismo ejemplar.
Mis ojos miraban para todos los lados intentando absorber lo que veía a mi alrededor. Las miles de gaviotas comían, descansaban o se movían de una zona a otra, algo más de 300 cigüeñas blancas descansaban tranquilas mientras estorninos pintos y negros, garcillas bueyeras o gorriones se movían incansables entre los grandes grupos de gaviotas. Además de los oportunistas milanos reales o dos milanos negros que se han quedado a invernar aquí y bisbitas, pinzones, lavanderas, jilgueros, pardillos, escribanos trigueros, colirrojos o unos solitarios zorzales comunes, un veloz esmerejón o un aguilucho lagunero e incluso chorlitos dorados o avefrías.
Gaviotas sombrías.
Gaviotas reidoras.
Milano real.
Milano negro.
Cuatro gaviotas patiamarillas pudimos ver entre los grupos de sombrías. Aves de diversas edades: una primer invierno y tres de segundo invierno.
Gaviota patiamarilla de segundo invierno.
La mañana avanzaba sin darnos cuenta. El movimiento era constante. Seguíamos observando. No había tiempo que perder. En grupos tan grandes de gaviotas siempre hay que buscar gaviotas anilladas porque nos ofrecen una información muy valiosa. Continuará…

domingo, 21 de febrero de 2021

Historias de anillas entre el río y el vertedero de Zamora.

Enero y febrero son muy buenos meses para acercarse hasta el Centro de Residuos Urbanos de Zamora. Vertedero que está prácticamente sellado con lo cual los números de aves han ido bajando en los últimos años. Las reinas del lugar son las cigüeñas blancas, seguidas de las gaviotas reidoras pero también se puede ver garcilla bueyera, milano real y negro, busardo ratonero, garza real o multitud de pequeños pajarillos como estorninos pintos y negros, lavanderas blancas, gorriones comunes o morunos, sin olvidarnos de los cuervos, grajillas o urracas.
La poca comida que hay está en la mesa, solamente hay que cogerla y eso es lo que hacen estas aves que se alimentan día tras día en este lugar. Entre ellas surgen las aves anilladas con historias peculiares y diferentes que nos cuentan de donde provienen, la edad que tienen o por donde han pasado.
A principios de noviembre llegó el gran grupo de gaviotas reidoras que ha estado invernando en nuestra ciudad y entorno. Durante tres meses un grupo variable de gaviotas reidoras ha pasado gran parte del día en la zuda de Olivares, en el río Duero a su paso por Zamora capital.
Allí se empezaban a concentrar a mediodía y pasaban gran parte de la tarde moviéndose de la zuda, donde se acicalan, beben y descansan, al agua, donde se lavan. Casi al anochecer, se levantan y marchan río arriba para acudir a su dormidero situado cerca de Coreses.
A la mañana siguiente se dirigirán hasta el vertedero de Zamora donde pasarán casi toda la mañana alimentándose para volver, al mediodía, a la zuda de Olivares donde, nuevamente, al anochecer, se levantarán e irán río arriba para volver a su dormidero habitual. Este es el día normal que hacen estas gaviotas reidoras que están pasando el invierno en nuestra ciudad.
En este grupo de gaviotas reidoras he podido localizar cuatro ejemplares anillados con anilla de color y, por lo menos, cinco con anilla metálica, aunque leer este tipo de anilla es muy, muy complicado por la distancia mas otra anilla roja imposible de leer.
De las cuatro anilladas, tres provienen de Polonia. La primera de ellas es una vieja conocida: T1CW anillada el 22-6-2019 y que en noviembre de ese año ya la pude observar en Zamora hasta el 14-1-20, volviendo el 2-11-20 (vista por Alfonso Rodrigo en el río Duero) hasta el 29-1-21.
Las otras dos gaviotas reidoras polacas son muy curiosas porque son la TMN6 y TMN8 anilladas el mismo día (15-5-2019), en el mismo lugar y, desde allí, han viajado juntas mas de 2.000 km hasta Zamora donde siguen juntas en el mismo grupo. Seguramente sean miembros de la misma pollada. Realmente fascinante.
La cuarta de las gaviotas es una reidora zamorana: NA83, anillada en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila por el GIA León el 4-7-2019 donde nació en la colonia de la Casa del Parque. Y, curiosamente, fue anillada y vista un año y 4 meses después por la misma persona, Alfonso Rodrigo. La he podido ver en varias ocasiones.
En este grupo de gaviotas reidoras hay una infiltrada. Una preciosa gaviota cabecinegra que resultó estar anillada. 3PR7 fue anillada el 21-5-2020 en Holanda por Leon Kelder; ha sido vista en la Bretaña francesa y aquí en Zamora.
Uno de los encuentros mas curiosos de aves anilladas que he tenido en el vertedero de Zamora es el de una garza real: P062 también anillada en Polonia, el 5-3-2020. Era la primera vez que veía una garza real anillada. Garza que recorrió 2.132 km desde su tierra natal hasta el vertedero zamorano, siendo esta su primera observación.
Las gaviotas sombrías han perdido importancia en el vertedero desde que prácticamente se selló hace unos años. Verlas ahora mismo es muy raro aunque, sobre todo, a finales de enero y febrero, algún grupo se queda varios días. Grupo que seguramente está en migración hacia el norte y para aquí unos días.
He podido ver dos grandes grupos de 152 y 138 ejemplares entre los que se encontraban 4 ejemplares anillados (que haya podido leer porque alguno mas había que ha sido imposible su lectura).
La primera es una vieja conocida: Y.N32 una gaviota sombría muy peculiar ya que su cabeza es muy negra y es fácilmente reconocible. Fue anillada el 12-5-2013 en Islandia por Gunnar Thor Hallgrimsson. A esta gaviota ya la había visto el 19-1-2016 en el vertedero de Zamora y el 30-12-20 en el vertedero de Gomecello (Salamanca). Gaviota fiel a Zamora y Salamanca ya que son los dos únicos lugares en los que se ha visto. 2.600 kilómetros separan su Islandia natal de Zamora.
B=
tiene 24 años. Fue anillada el 28-6-1997 en Rotterdam (Países Bajos) por Norman D. van Swelm y tiene una curiosa historia ya que ha sido anillado dos veces.
Fue anillada como pollo con anilla NP5 y recapturada en 2011 poniéndole la anilla actual. Se ha visto en Holanda, Francia, Portugal y en España (Marismas de Odiel (Huelva), Gomecello (Salamanca) y aquí en Zamora).
B:095
es irlandesa y también se ha visto en Zamora y Salamanca aunque su anillador no contesta por lo que no dispongo de ningún dato. Al igual que HEL04 que proviene de Alemania.
Entre las gaviotas sombrías también ha aparecido una infiltrada, una gaviota patiamarilla de tercer año (sin anillar). Ver una patiamarilla por aquí no es nada normal aunque en muchos otros puntos de la costa española sea muy común.
Historias de gaviotas anilladas que nos cuentan sus peculiaridades. Historias únicas, diferentes, fascinantes al igual que las historias de las cigüeñas pero eso será para otra ocasión.