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sábado, 13 de enero de 2024

Evolución de la invernada de ánsar común en Villafáfila desde 1979 hasta 2023.

No vienen. Los ánsares comunes ya no bajan hasta nuestra tierra. Lo que era una tendencia acusada, el enorme declive de la invernada de ánsares comunes, se ha confirmado definitivamente: la gran invernada de ánsares comunes es historia.
Hasta mediados de los años setenta del s.XX los ánsares comunes pasaban por las Lagunas de Villafáfila, era un lugar de descanso o de alimentación en el que permanecían relativamente poco tiempo. Es a partir de esos años setenta, cuando comienzan a quedarse durante el invierno; comenzando así la invernada del ánsar común que fue aumentando paulatinamente su número, hasta llegar a su tope máximo en 1999 con 39.296 ejemplares que pasaban el invierno en las lagunas.
En el siguiente cuadro se puede apreciar su evolución desde 1979 hasta diciembre de 2023:

Año

Ánsar común

Año

Ánsar común

1979

88

2002

23.287

1980

350

2003

27.345

1981

846

2004

25.897

1982

3.386

2005

22.833

1983

2.400

2006

24.023

1984

3.943

2007

18.588

1985

4.450

2008

15.537

1986

5.100

2009

14.000

1987

11.770

2010

14.181 (media)

1988

12.872

2011

18.655 (diciembre 2011)

1989

10.219

2012

15.121

1990

17.375

2013

9.000

1991

23.560

2014

12.000

1992

13.088

2015

5.300

1993

18.668

2016

7.476 (14-12-2016)

1994

22.978

2017

5.200

1995

20.264

2018

1.600 (15-12-2018)

1996

24.728

2019

2.488

1997

24.202

2020

1.436

1998

34.755

2021

1.050 (diciembre 2021)

1999

39.296

2022

580 (diciembre 2022)

2000

32.690

2023

697 (17-1-23)

2001

29.779

609 (14-12-23)

(Datos extraídos de los censos realizados en las Lagunas de Villafáfila (mes de enero) y de la “Guía de la fauna de la Reserva Natural Las lagunas de Villafáfila” y “Veinte años de seguimiento de fauna en la Reserva de Villafáfila y su implicación en la conservación” ambos de M. Rodríguez y J. Palacios. Muchas gracias a J.M. San Román por su colaboración)
Desde el tope de ejemplares en 1999 el descenso ha sido progresivo. Descenso provocado por diferentes circunstancias pero que podemos dividirlas en dos grandes fases.
Una primera fase que llegaría hasta 2012, en la que las lagunas de La Nava, Pedraza y Boada se empiezan a recuperar mediante su llenado gracias al aporte de agua desde el Canal de Castilla, lo cual supone que los ánsares que antes llegaban únicamente a Villafáfila, se repartan entre los diferentes humedales, que además tienen agua en el momento crucial de la llegada de los ánsares del norte, 
Una segunda fase desde 2012 hasta la actualidad en la que la bajada ha sido espectacular y dramática. Las causas de este enorme declive son varias pero todas se resumen en una: el cambio climático.
El núcleo principal de ánsares que llegan hasta las Lagunas de Villafáfila procede de los países nórdicos (Noruega, Suecia, Dinamarca,...) que, antes de llegar hasta nuestra tierra, paran en zonas como Holanda y Alemania donde cada año que pasa, se quedan más sin bajar hasta España.
Todos estos ánsares que no están viniendo hasta nuestro país lo hacen por dos razones fundamentales; tienen comida en la zona de Alemania y Holanda ya que, grandes extensiones de tierra ganada al mar, que antes se utilizaban para el cultivo de flores ahora se han abandonado o se dedican al cultivo de forraje (alfalfa,...), para el ganado. Además, en esas tierras abandonadas crecen pastos, que junto con los cultivos de forraje son un alimento idóneo para miles de gansos de diferentes especies; por otra parte, tanto en Alemania como en Holanda los inviernos son cada año menos duros, con lo cual hay miles de gansos que no se mueven de esas zonas. 
Este invierno en el centro y norte de Europa han caído nevadas que hacía muchos años que no caían. Grandes áreas de Alemania, Dinamarca, Bélgica o Holanda han sido cubiertas por la nieve y azotadas por ventiscas, con lo cual, cabía la esperanza de que los grandes grupos de ánsares que se encontraban invernando se desplazaran más al sur, hasta la península Ibérica pero nada más lejos de la realidad, no han bajado hasta aquí, se han quedado principalmente en Francia.
El hecho de no continuar con la migración hasta la península también implica que los ánsares dejan de conocer el camino hasta aquí, se pierde el conocimiento del viaje. Si no vienen los ánsares no podrán enseñar el camino a las nuevas generaciones que no sabrán como, por donde ni a donde ir, con lo cual según vayan desapareciendo los que conocen el camino, las nuevas generaciones no sabrán como llegar , no vendrán. 
Algo similar ocurrió con la invernada de ánsares campestres en la provincia de Zamora. En el libro: “El ánsar campestre y el ánsar común en Castilla y León” de Mariano Rodríguez y Jesús Palacios se menciona que entre 1968 y 1981 el embalse de Ricobayo (Zamora) era el principal punto de invernada del ánsar campestre en España.
En 1968-69: 6.000 ánsares campestres invernaban en la provincia de Zamora. Su número fue decayendo paulatinamente; todavía en 1981 había 3.800 ánsares campestres que continuaban viniendo a pasar el invierno, en 1982: 3.000, en 1983 se produjo una enorme bajada hasta los 1.400 ejemplares, en 1984: 925; 1985: 792; 1986: 450 y así hasta 1991, año en el que vinieron 157. En la década de 1990-2000 continuaron viniendo en muy escaso número pero es a partir de la entrada en el s.XXI cuando prácticamente desapareció y, actualmente, ver alguno es algo extraordinario como sucedió en la invernada 2022-23 que dos ejemplares descubiertos por Gary Losada estuvieron entre los ánsares comunes.
 Dos ánsares campestres de la Tundra
entre ánsares comunes en la invernada 2022-23.
Si cada vez vienen menos ánsares hasta nuestras tierras también baja enormemente la probabilidad de que entre ellos aparezca algún otro tipo de ánsar infiltrado que no sea el común, como los ánsares campestres, barnaclas cariblancas, ánsares indios, ánsares piquicortos o ánsar chico, incluso algún tarro canelo, barnacla cuellirroja o ánsar nival; los únicos que se siguen viendo con relativa regularidad en números muy variables son los ánsares caretos, este año han venido un grupo de cinco ejemplares descubiertos por J.J. Orduña que estuvieron pocos días en las lagunas y una barnacla carinegra también descubierta por J.J. Orduña que está pasando todo el invierno en las lagunas.
Barnacla carinegra entre ánsares comunes.
Al igual que las probabilidades de ver alguno de estos infiltrados han bajado exponencialmente lo mismo ha sucedido con los ánsares marcados con un collar. En función de los collares que he visto en los últimos años su evolución ha sido la siguiente: 

Año

Collares leídos

Nov. 2012-Feb. 2013

20

Nov. 2013-Feb. 2014

19

Nov. 2014-Feb. 2015

15

Nov. 2015-Feb. 2016

9

Nov. 2016-Feb. 2017

10

Nov. 2017-Feb. 2018

12

Nov. 2018 -Feb. 2019

3

Nov. 2019 -Feb. 2020

7

Nov. 2020 -Feb. 2021

4

Nov. 2021 -Feb.  2022

1

Nov. 2022 -Feb.  2023

2

Nov. 2023 -Ene. 2024

1


Este invierno solamente se ha visto un único ánsar común con collar, descubierto por Gary Losada. Además se ha dado la casualidad que este ánsar de collar 2GV se anilló en Finlandia el 30-5-2021 por Antti Piironen, lo que supone el primer ánsar con collar que se ve en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila marcado en ese país. Este ánsar ha cambiado su invernada este año; en 2021 y 2022 desde Finlandia fue hasta Polonia y Hungría donde pasó el inverno, por el contrario este año pasó de Finlandia hasta Alemania y de ahí hasta España donde se ha visto en La Nava (Palencia) y en Villafáfila (Zamora). Una posibilidad del cambio zona de invernada puede ser debido al crudo invierno este año en las zonas que invernó en 2021 y 2022.
Fotografías de Gary Losada
(muchas gracias por prestarlas para esta entrada).
Casualmente los dos únicos ánsares con collar que se vieron el invierno pasado fueron daneses y también era la primera vez que se veía algún ánsar procedente de ese país. Ánsares con una preciosa historia (recordarla aquí).
A fin de cuentas se ha acortado la distancia de la migración (cada vez es más al norte), más cerca de las áreas de cría y la llegada más temprana a sus zonas de cría (cada vez están menos tiempo en las zonas de invernada).
La gran invernada del ánsar común ha muerto. Vienen muchos menos, llegan más tarde y están menos tiempo.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Fidelidad en la naturaleza II

Segunda entrada que realizo concerniente a este curioso y apasionante tema: la fidelidad en el mundo animal. Historias curiosas, sorprendentes, fascinantes. Historias de fidelidad, de acompañamiento por algún motivo ya sea por alimentación, seguridad o, simplemente, que quieren estar juntos pero, al fin y al cabo, historias que merecen ser contadas. 
Antes de comenzar me gustaría agradecer enormemente a Gary Losada y J. Ignacio Valdenebro haberme cedido sus fotografías para ilustrar esta entrada, además no dejéis de visitar el magnífico blog de J. Ignacio: docnature
Los ánsares y las grullas se emparejan de por vida y eso se puede constatar fehacientemente con los ejemplares que están anillados. Actualmente en La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila podemos encontrarnos con dos casos muy curiosos. 
El primero es el de dos grullas comunes. Ambas anilladas en Alemania por H.J. Haferland con anillas: BuBuR/YGW, anillada con más de 2 años el 11-6-2006 y la BuBuR/GBkW, anillada el 14-6-2004 como pollo. Estas dos grullas conforman una pareja (por lo menos) desde que fueron vistas juntas por primera vez el 1-6-2007 en Alemania. A partir de ahí han sido vistas diez veces con sus pollos del año en tres países diferentes: Alemania, Francia y España. 
En estas fotografías realizadas en diciembre de 2020 por Gary Losada
se pueden ver a los dos miembros de la pareja de grullas.
Esta pareja conformada por estas dos grullas de 16 años de edad crían en la zona alemana de Brandenburg, cuando comienza la invernada se desplazan hasta la zona francesa del Lac du Der-Chantecoq donde descansan y reponen fuerzas para terminar su viaje en La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila donde estarán gran parte del invierno. 
Lugares donde han sido vistas juntas esta pareja de grullas.
La primera cita con un pollo es del 5-9-2013, en el 2014-15 y 16 no hay constancia de verlas con ningún pollo pero a partir del 3-10-2017, en el 2018, 2019 y 2020 se les ha visto con uno o dos pollos que han traído en su viaje de migración para invernar en nuestro país. 
En las siguientes imágenes tomadas por J. Ignacio Valdenebro
 en diciembre de 2019 se puede ver a la pareja de grullas con uno de sus pollos,
 en la fotografía de abajo el que está a la derecha de la anillada.
Esos pollos del año están realizando un aprendizaje que les servirá para toda la vida. La pareja enseñará a sus pollos a sobrevivir. Les enseñarán por donde moverse en Alemania, donde nacieron, para después mostrarles el camino. Los pollos deberán recordar todo lo que les enseñen sus padres ya que al año siguiente ya no tendrán esa guía tan especial y personalizada, deberán de realizar el viaje sin seguir las indicaciones de los adultos que tendrán otros pollos a los que enseñarles el recorrido. Pero no solamente les enseñan el camino sino que es todo un curso acelerado de supervivencia ya que tienen que aprender qué comer, donde comer, donde descansar, cuales y donde se encuentran los peligros, eso en las tres zonas por las que pasan además de, por supuesto, recordar tanto el camino de ida hacia los puntos de invernada en España como el de vuelta hacia sus lugares de cría en el noreste de Alemania. Todo un aprendizaje imprescindible para la supervivencia de las jóvenes grullas. En los últimos siete años han criado y enseñado a 8 pollos. Les han enseñado a sobrevivir y lo seguirán haciendo en los próximos años y espero que sigan viniendo hasta nuestra tierra. 
Al igual que las grullas, los ánsares comunes conforman parejas para toda la vida y se desplazan en familias. Una pareja anillada en Noruega por Arne Follestad viene regularmente hasta La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila donde se encuentran actualmente. 
Fotografía tomada en diciembre de 2019.
La hembra de esta pareja tiene el collar LZ5, anillada el 16-6-2016 y el macho porta collar con el código LB2, anillado el 1-7-2018, ambos con mas de 2 años de edad. Pareja vista catorce veces juntos en cuatro países diferentes a lo largo de su viaje desde su Noruega natal hasta España, a las Lagunas de Villafáfila donde invernan regularmente (excepto en 2018 que lo hicieron en la Laguna de La Nava (Palencia)). 
Pareja que siempre se mueven juntos, es muy raro verlos separarse.
Lugares enlos que se han visto juntos:
Noruega, Dinamarca, Francia y España.
Su recorrido queda patente en esta imagen.
En su viaje de venida hasta Villafáfila no hay ninguna observación para aparecer a principios de diciembre en las lagunas donde están hasta finales de enero. Desde aquí pasan a Francia, zona del Pays de la Loire, donde están hasta mediados de marzo; desde ahí su siguiente punto de parada es Dinamarca para terminar a finales de marzo, principios de abril en Noruega en la zona de Rogaland donde crían y pasan los siguientes meses hasta que desaparecen de esa región en el mes de agosto.
Descansando juntos. Uno junto al otro.
Dos parejas de dos especies que comparten sus vidas desde hace años. Ánsares y grullas que viajan miles de kilómetros, enseñan a sus crías, sortean peligros y todo lo hacen juntos. Historias curiosas, fascinantes, increíbles que conocemos por las anillas y collares que portan. Sin ellos sería imposible saber su historia. Sería imposible conocer tantos datos. Historias que hacen posible todos aquellos observadores de España, Francia, Dinamarca, Alemania y Noruega que los ven y lo comunican a sus anilladores. Historias que merecen ser contadas.
(Si queréis recordar la primera entrada relativa a este tema pinchar aquí o en la imagen)

jueves, 5 de marzo de 2020

Anillas vistas en Zamora en febrero de 2020.

En el mes de febrero en la provincia de Zamora hemos podido leer, digo leer porque se han visto algunas más pero no se ha podido completar su lectura, 18 ejemplares anillados más 4 marcados con GPS de 5 especies diferentes con un total de 32 observaciones.
Quiero comenzar este resumen con 4 ejemplares de aguja colinegra marcados con GPS (Proyecto Life Meadowbirds) que han cruzado nuestra provincia en dirección a Francia. Ejemplares que están volviendo hacia sus lugares de cría después de pasar la invernada en Portugal y Extremadura.
El pasado día 23 de febrero, Alfonso Rodrigo alertó de la presencia de una aguja colinegra marcada con GPS que había parado en dos puntos de la provincia de Zamora. Esta aguja llamada Tjerkemar, anillada el 8-1-2019 en Portugal, había parado el pasado día 20 de febrero en dos puntos de nuestra provincia, continuando su viaje al día siguiente hasta el Parque Natural de Marais Poitevin (Francia), de ahí al sur de Inglaterra y desde ahí hasta Oudega -Holanda (donde está actualmente).
Extraordinario recorrido de Tjerkemar.
(Imagen obtenida de la página oficial del Proyecto).
Las otras tres agujas, todas anilladas en Portugal (en el entorno del estuario del Tajo), no pararon pero si atravesaron la provincia zamorana: Jana (anillada el 2-6-2018), Montijo y Cara Larga (anillados el 8-1-2019).
Momento de la suelta de Montijo tras su anillamiento.
Fotografía sacada de la página oficial del Proyecto Life Meadowbirds.
Montijo atravesó Zamora en la noche 24 al 25 de febrero proveniente del Parque Natural de Sintra-Cascais (Portugal) y actualmente está en Holanda.
Jana cruzó la provincia proveniente de Portugal el 29-2-20 dirección Francia (al sur de Rochefort, donde está actualmente) y por último Cara Larga cruzó la provincia proveniente de la Reserva Natural del Estuario del Tajo el 29-2-20 llegando hasta el Parque Natural de Marais Poitevin (Francia).
Es increíble pensar en la cantidad de aves que no somos capaces de ver y que pasan, paran o están en nuestra provincia. Estas aves hemos sabido de su presencia por el estudio que se está haciendo sobre ellas mediante GPS, sinó no sabríamos nada de nada. ¿Cuántas aves no vemos? (Para saber más de estas agujas marcadas podéis pinchar aquí).
La focha 220 (anillada el 26-1-2017) sigue entre nosotros pero ahora está acompañada de una vieja conocida, la focha común con collar 0-H9, vista por Juanjo Gonzáles el día 28, anillada el 30-10-2013 en la Cañada de los Pájaros (Sevilla) por la Estación Biológica de Doñana.
Focha que pude ver el pasado año por primera vez en el Centro de Visitantes de las Lagunas de Villafáfila, mismo lugar en el que se ha visto este año pero con dos meses de antelación. ¿Dónde criará esta focha? En invierno se suele ver en Sevilla para después subir a Cáceres, parar una temporada en Villafáfila y después desaparecer hasta el siguiente invierno en Sevilla nuevamente. Y eso que se suele decir que las fochas no se mueven mucho o vuelan mal…
La gaviota reidora TC1W (anillada el 22-6-209 en Zalew Mietkowski - Polonia) ha seguido entre el río Duero y el CRSU de Zamora hasta el día 11 en el que la vi por última vez. Las gaviotas reidoras han bajado enormemente a finales de febrero, desde los 350-400 ejemplares hasta unos escasos 70-80. Gaviotas reidoras que están terminando su invernada en nuestra ciudad y están regresando al centro y norte de Europa para su temporada de cría.
Los ánsares comunes nos han dejado a principios de febrero, días en los que todavía se pudieron ver, en las lagunas de Villafáfila, tres de los collares noruegos que nos han visitado este invierno: UD5UD6 y UE2 (anillados los tres en el 2019 por Arne Follestad) y vistos por Miguel Ángel Matellanes, Juanjo González y Gary Losada los días 1 y 7.
12 cigüeñas blancas procedentes de España, Francia y Bélgica han podido ver Cristian Osorio, Daniel Sanz, Juanjo González y José Barrueso, la mayoría en el CRSU de Zamora.
A principios de mes seguía la extraña cigüeña belga 15B anillada en 2017 en el Zoo de Planckendael de la ciudad de Malinas (Mechelen-Bélgica) pero ha desaparecido junto con las cigüeñas anilladas en Alemania que seguramente hayan iniciado su camino de vuelta a sus cuarteles de cría.
A la cigüeña francesa FMAR, anillada el 8-6-2018 en Montoir de Bretagne (Francia), se le ha añadido otra, la FHYC, anillada en Nièvre (Francia) el 3-6-2018  y vista los días 7 y 12 por José Barrueso y el día 13 por Cristian Osorio. Cigüeña que es la primera observación fuera de Francia, a casi 1000 km de su lugar de anillamiento. Desde ese día no se han vuelto a ver.
Juanjo González vio la cigüeña con anilla Z355 el día 27 en Villafáfila. Primera observación de esta cigüeña anillada el 25-7-2017, por el grupo Numenius en Goá, Santa Cristina, Cospeito (Lugo). Gracias a Toño Salazar por su rápida contestación y la fotografía del ejemplar cuando se anilló.
En Molacillos, el día 5, Cristian Osorio y Daniel Sanz pudieron ver la cigüeña con anilla FFH3 anillada en Castronuevo (Zamora) por Pablo Santos el 4-6-2011.
En el vertedero se han visto cuatro cigüeñas nuevas (para este año) anilladas por Pablo Santos en la provincia de Zamora: 48C3 (anillada en 2016), C1C6 (2014), 4C1C (2001) y 7W33 (2009). Cabe destacar que la 4C1C hacía seis años que no se veía y hasta entonces es (que sepamos por las observaciones) de las pocas que todavía sigue migrando hacia el sur ya que ha sido vista varias veces en la provincia de Cádiz.
Las cigüeñas 1C07 (CRSU-1999), X|3U(CRSU-1999) y CWFH (Moronta- Salamanca-2015) continúan alimentándose en el vertedero ya que, por lo menos, las dos primeras tienen sus nidos y están criando en Zamora y Villalazán.
Las aves se mueven, unas vienen y otras van, a unas las podemos localizar y a otras no, algunas anillas las podemos leer completas o incompletas pero de lo que no cabe duda es del gran trabajo que realizan los naturalistas zamoranos que recorren los campos para disfrutar de su pasión: la naturaleza.
A todos esos observadores muchas gracias. Gracias a: Juanjo González, Miguel Ángel Matellanes, Gary Losada, Cristian Osorio, Daniel Sanz, Alfonso Rodrigo y José Barrueso que en este mes de febrero han podido ver todas las aves anilladas que, en esta entrada, se han mostrado.