Hace unos días me acerqué hasta el Centro de Residuos
Urbanos de Zamora en el que actualmente las cigüeñas blancas son las reinas del
lugar pero también se puede ver garcilla bueyera, milano real, garza real…y
gaviotas, cuya presencia varía de unos días a otros; este invierno era la
tercera vez que iba y todavía no había visto ninguna “gaviota grande”, algo que
cambió por completo en esta visita.
Me centré en una pequeña laguna junto al vertedero. Allí,
normalmente, acuden las gaviotas a beber o descansar así es que esperé el
momento. Pasados unos minutos llegó un bando de unas 40 gaviotas reidoras y al
poco tiempo otro bando de alrededor de 120 gaviotas sombrías de diferentes
edades.
La identificación de gaviotas me parece verdaderamente
muy complicada y admiro profundamente a los que son capaces de identificarlas
ya que, como sabéis, además del plumaje de las adultas hay una enorme
variabilidad en las diferentes edades de una misma gaviota, lo que hace que, su
identificación, sea muy complicada y más para alguien que no está acostumbrado a
verlas.
Entre este nutrido grupo de gaviotas sombrías aparecieron
varias anilladas. Anilla que es como si fuera su DNI, anilla que cuenta su
vida, su historia. Esa anilla llevará un
número y un remite nacional que servirá para saber todos los datos de esa ave.
Pero no solamente es importante anillar al ave sino que es tan importante o
más, intentar seguir sus evoluciones, es decir, saber a dónde va, qué distancia
recorre, cuáles son sus rutas y eso se hace mediante la comunicación de todos
aquellos que la ven en un lugar, leen la anilla y lo comunican. Con la
documentación de esos avistamientos se pueden saber sus rutas migratorias, su
longevidad o sus desplazamientos.
Cuando ves un ave
anillada lo primero que haces es intentar leer el collar, el código de colores,
las letras o los números de sus patas; todo dependerá de la distancia, de la
posición de la numeración, de los movimientos del animal o del tiempo que sea
observado. Todas las aves tienen una anilla metálica que es muy difícil de leer
a distancia, con lo cual, se comenzaron a poner, a un tanto por ciento de estas
aves anilladas, collares en el cuello o anillas de colores, letras o números en
las patas para poderse leer desde lejos, algo que facilita su lectura aunque,
en muchas ocasiones, tienes un ave delante de ti y eres incapaz de leer su
anilla o collar ya sea por la luz, la posición del animal, lo fugaz de la
observación, lo tapado que esté o las inclemencias del tiempo como me sucedió una mañana en el
mismo lugar de esta historia en el que por la niebla, fui incapaz de leer
completa ninguna anilla de las gaviotas que tenía delante y pude distinguir
anillas de color rojo, naranja, negro, blanco, amarillo, verde y azul pero no conseguí
leer entera ni una sola, algo que, os aseguro, es una gran frustración.
Pero, en esta ocasión, tuve más suerte y aparecieron
varias gaviotas sombrías anilladas que sí conseguí leer y me hicieron una gran
ilusión.
Gaviota sombría con dos reidoras. |
La gaviota sombría es una de las gaviotas más comunes y
conocidas; su número en Zamora ha ido aumentando considerablemente en los
últimos años y, por el contrario, la gaviota reidora que era la más común, está
viendo como su población está bajando sistemáticamente. Es una gaviota grande
(un poco menos que la patiamarilla) en la que: ”Los
adultos tienen la espalda y el dorso de las alas de color negro pizarroso y las
puntas de las primarias negras con manchas blancas, siendo el resto del plumaje
blanco. El pico, como el de otras grandes gaviotas, es amarillo con una mancha
roja en el extremo de la mandíbula inferior y las patas amarillas, así como los
ojos, que están bordeados con un anillo orbital naranja brillante” (fuente:
pajaricos.es)
Si es importante comunicar la
observación es igual de importante que el anillador te conteste ya que en
algunos casos nunca más vuelves a saber nada; en este caso la comunicación fue
muy rápida y eficiente en cuatro de las gaviotas y, sus anilladores, Peter Rock y
Paul K. Veron fueron tremendamente amables en sus rápidas contestaciones a los
cuales quiero agradecerles enormemente su entera predisposición algo, que como
he comentado anteriormente, en algunas ocasiones no pasa. Estas rápidas
localizaciones de los anilladores las conseguí gracias a la magnífica página de
Antonio Guiterrez que tiene un enorme seguimiento de gaviotas anilladas y que
me facilitó, muy amablemente, los contactos, al cual le quiero agradecer su
entera disponibilidad y amabilidad en cuanto te pones en contacto con él.
Estas gaviotas migradoras
vienen al vertedero en busca de comida fácil y cómoda que consiguen sin ningún
problema y es, en la pequeña laguna, donde cinco de ellas comenzaron a contar
su historia.
La primera de ellas es la 2AU3 una hembra que fue anillada en el cuarto año de calendario
el 20 de mayo de 2013 por Paul K. Veron en Guernsey, una pequeña isla situada
en el Canal de La Mancha que pertenece a Gran Bretaña pero está muy cerca de la
costa Francesa. Esta gaviota ha sido vista once veces en total, siendo esta la
primera observación que tiene en España; anteriormente había sido vista seis
veces en su lugar de anillamiento y cuatro en Portugal (tres veces en Figueira
da Foz y la última en Porto, lugar relativamente cercano a Zamora).
Según estas observaciones se
puede deducir que esta gaviota pasa gran parte del verano en su lugar de
anillamiento, Guernsey, y, en el invierno, se desplaza hasta la península
ibérica donde se ha localizado en en Figueira da Foz y Porto en Portugal y
Zamora en España.
La segunda es un macho que también
fue anillada en el cuarto año de calendario por Paul K. Veron en Guernsey. Es
la 4AA0 anillada el 20 de
mayo de 2011 y ha sido vista doce veces: siete en Guernsey, una en Aldernay
(otra de las islas pertenecientes al Bailío de Guernsey), una en Faro
(Portugal) y tres en España, dos en Pinto (Madrid) y esta observación en
Zamora.
Al igual que la anterior
gaviota se puede deducir que pasa gran parte de verano en las islas del Canal
de la Mancha (su lugar de anillamiento) y en el invierno se desplaza hasta
Portugal parando en España. En Portugal ha parado en el mes de octubre mientras
que en España en diciembre y enero, con lo cual, según estos datos podría ser
que parara en España cuando está de regreso aunque, como no se sabe o no se ha
visto, también podría no ser así.
La tercera era la C+P que resultó ser de procedencia inglesa y hacía algo más de
tres años que no se veía en ningún lugar, mejor dicho, hacía algo más de tres
años que nadie leía su anilla o se había fijado en ella. Esta gaviota es una
hembra que fue anillada como ejemplar de cuarto invierno el 26 de junio de 2012
por Peter Rock en Bath (Gran Bretaña) y, solamente, había sido vista una vez en
Lariño (A Coruña) el 4 de noviembre de 2012.
La siguiente de las gaviotas era
de procedencia islandesa y me faltó por leer el último de sus números o letras YN3?,
ya que en ningún momento salió del agua lo suficiente como para poder verlo;
aún así mandé los datos a su anillador en Islandia por si acaso podía deducir
el número o letra que faltaba pero todavía no he recibido contestación.
La siguiente es una nueva gaviota sombría anillada por Paul K. Veron en Alderney, una de las islas del Bailío de Guernsey. La 3.L1 fue anillada el 12 de junio de 2010, es un macho que ha sido visto 34 veces: 32 en las islas donde se anilló (Guernsey (27 veces) y Alderney (5 veces)), 1 en Francia (Manche) y esta observación en Zamora que es la primera observación en España y, curiosamente, la primera observación entre octubre y junio.
La siguiente es una nueva gaviota sombría anillada por Paul K. Veron en Alderney, una de las islas del Bailío de Guernsey. La 3.L1 fue anillada el 12 de junio de 2010, es un macho que ha sido visto 34 veces: 32 en las islas donde se anilló (Guernsey (27 veces) y Alderney (5 veces)), 1 en Francia (Manche) y esta observación en Zamora que es la primera observación en España y, curiosamente, la primera observación entre octubre y junio.
Gaviotas viajeras que cuentan
una historia como es la historia de una observación de hace unos años que se
hace realidad ahora. Hace unos días mandé a Miguel Rodríguez, joven naturalista
de una enorme sabiduría, gran cordialidad y mejor predisposición, unas
fotografías de unas gaviotas realizadas en el vertedero de Zamora para que las
observara y viera si había alguna interesante; a los pocos minutos de
mandarle las fotografías me contestó con su descubrimiento. Acababa de ver en
una de las fotografías una gaviota cana de primer invierno vista el 10 de
noviembre de 2012.
Gaviota cana a punto de levantar el vuelo del agua (es la que está abajo a la derecha con las patas todavía en el agua). |
La gaviota cana es una gaviota que
no se ve mucho en el interior, con lo cual, su observación es bastante
interesante. Es una gaviota elegante y bonita que fue una pena no haber sido
capaz de identificarla en su momento pero, como decía al principio, las
gaviotas me parecen muy, muy complicadas y más para alguien de interior que no
está familiarizado a verlas pero todo es cuestión de ponerse a estudiar y
dedicarles tiempo.