Mostrando entradas con la etiqueta alimoche. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta alimoche. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de septiembre de 2024

Buitres: básicos pero denostados durante siglos ¿Cómo llegan a una carroña?

Los carroñeros han tenido muy mala fama y siempre se les ha asociado con la muerte, con un animal que vive de la desgracia ajena. Pero su función de limpiadores del campo es imprescindible ya que eliminan posibles focos de infección que se puedan trasmitir a otros animales, la ganadería o incluso al ser humano.
Ayer, primer sábado de septiembre, se celebró el “Día Internacional de Concienciación sobre los Buitres”. Día que surgió en 2006 a raíz del Programa de Aves de Presa del Endangered Wildlife Trust de Sudáfrica y el Hawk Conservancy Trust de Inglaterra a los que se les han añadido actualmente Vulture Conservation Foundation y Vulture Specialist Group (enlace SEOBirdLife e IVAD).
Si los buitres son básicos para la eliminación de carroñas en el campo ¿Cómo es su orden de llegada a esa carroña? ¿Cómo hacen su función?
En nuestro país tenemos cuatro buitres: negro, leonado, quebrantahuesos y alimoche. Los cuatro viven principalmente de las carroñas; la evolución les ha ido confiriendo una serie de características especiales para que todos se alimenten de una misma carroña sin solaparse, son complementarios, no van a entorpecerse unos a otros, todos tienen su lugar y función.
Cuando aparece una carroña en el campo los primeros en llegar son los córvidos (urracas, cuervos, cornejas…) que solamente pueden comer las partes blandas del animal (lengua, ojos,…). Como buenos córvidos no pararán de moverse de un lado a otro, alrededor y sobre el cuerpo del animal muerto. Este movimiento es crucial ya que la incidencia de los rayos del sol sobre sus plumas provocarán unos reflejos que se verán a gran distancia actuando como verdaderos faros para los buitres, ya que esos reflejos los observan desde la altura e identifican lo que suponen esos movimientos.
Buitre leonado con dos negros.
Buitres negros con varios cuervos.
Los siguientes en llegar son los buitres negros, el ave de mayor envergadura de Europa (pueden medir hasta 3 m con las alas extendidas). Se dan prisa en llegar ya que prefieren comer sin ser molestados o agobiados por los buitres leonados. Con su fuerte pico abren el cuerpo y solamente comen a nivel superficial (músculos,…); si comieran piel o pelos lo devolverían en forma de egagrópilas (una especie de bolas que regurgitan). 
Buitre leonado.
Mientras tanto, los buitres leonados, comienzan a comunicarse, unos a otros, que uno de ellos ha encontrado comida, y lo hacen de una manera muy curiosa.
Los buitres leonados viven en grandes comunidades que todas las mañanas, aprovechando las térmicas (aire caliente) salen a explorar el campo. Lo hacen subiendo lentamente y, casi sin esfuerzo, se dejan llevar por el aire caliente hasta gran altura, extendiéndose de tal manera que cada buitre patrullará una zona, lo cual les permite colaborar en busca de comida abarcando una enorme extensión de terreno.
Desde esa gran altura buscan el movimiento de los córvidos sobre la carroña, ven los reflejos, y rápidamente hacen un vuelo característico que indicará a sus compañeros más cercanos que allí hay comida. Esos buitres harán lo mismo y se dirigirán hacia la carroña, de tal manera que en muy poco tiempo se lo han ido comunicando unos a otros, juntándose un gran número de buitres leonados cerca del animal muerto.
Esperarán a que el buitre negro abra el cuerpo, ya que ellos no pueden hacerlo, sus picos no son tan fuertes; si en la zona no hubiera buitres negros deberían de esperar a que un mamífero: zorro, lobo e incluso jabalí, hiciera ese trabajo.
Cuando el zorro, lobo, jabalí o buitre negro han terminado de comer, los buitres leonados que están esperando su turno, se lanzan a la carroña, pero lo hacen de una manera organizada, comen por orden jerárquico, de mayor a menor importancia. Comerán las partes internas del animal, las vísceras, dejando los huesos pelados. Si por la zona hubiera alimoches comerían tras los buitres leonados o, si pueden, restos de lo que se les vaya cayendo, si no comerán lo que les quede de la carne pegada a los huesos.
Alimoches.
La naturaleza es sabia y la evolución ha diseñado a estos buitres para ser lo más eficientes posible con los menores riesgos posibles. Los buitres leonados tienen el cuello pelado como medida de higiene ya que si tuvieran plumas, al introducirse dentro del cuerpo, se les quedarían pegadas bacterias provocando infecciones. Por el contrario el buitre negro solamente tiene pelada la cabeza al comer partes externas y no meter todo el cuello en el animal muerto, al igual que el alimoche que tiene pelada la cara.
Al hablar del alimoche siempre recuerdo uno en especial, se llamaba Gaspar y aparecía en un capítulo de El Hombre y la Tierra. En él se veía cómo rompía huevos de avestruz, otra forma de alimentarse. Así lo hacen los alimoches, rompen huevos de dos maneras diferentes, tirándolos contra piedras o cogiendo piedras y tirándolas contra el huevo, es decir, utilizan herramientas para su beneficio, es el único caso en las aves. Lo hace en función del tamaño del huevo. Si está en África y coge un huevo de avestruz le lanzará piedras. Si es un huevo pequeño lanzará este sobre las piedras.
En la naturaleza todo se aprovecha, nada se desperdicia. Al terminar los buitres leonados y alimoches aparecería, en las zonas que hubiera, el quebrantahuesos que, como su nombre indica, se alimenta de los huesos que quedan tras la comilona de los otros buitres. Si el hueso es demasiado grande lo cogerá y tras elevarse volando a cierta altura; lo lanzará para que se rompa contra las piedras y así comerlo.
De estos cuatro buitres: negro, leonado, quebrantahuesos y alimoche, el único que emigra a África es este último.
Esta es la función de los carroñeros, limpiar el bosque, y os aseguro que presenciar a cientos de buitres comiendo una carroña no deja a nadie indiferente.
Buitre negro con anilla 3FC
Los buitres realizan grandes desplazamientos para alimentarse, un ejemplo es este buitre negro llamado Espiga con anilla 3FC anillado en octubre de 2021 dentro del programa Monachus de Grefa, recuperado en el CRAS de Valladolid y posteriormente liberado en la Sierra de la Demanda (Burgos) que he podido ver varias veces en el CRSU de Zamora y que porta GPS. En la siguiente imagen se puede ver su recorrido en el año 2022.
En España podemos disfrutar regularmente de estas cuatro especies de buitres: buitre leonado, buitre negro, alimoche y quebrantahuesos aunque los avistamientos de buitre moteado han ido en aumento en los últimos años.
En nuestro país disponemos de las poblaciones reproductoras más importantes de estos cuatro buitres a nivel europeo. En las siguientes imágenes extraídas del informe de Vulture Conservation Foundation podemos ver la distribución en Europa y norte de África (más información en VCF).
Buitre leonado.
Buitre negro.
Alimoche
Quebrantahuesos
Los buitres son básicos para nuestro medioambiente, debemos cuidarlos, respetarlos y quitar definitivamente su estigma de animal fúnebre y de mala fama que le ha perseguido durante siglos. Su importancia lo merece.

martes, 26 de mayo de 2015

Los arribes del Duero.

Después de pasar la mañana por la ribera sayaguesa nos dirigimos hasta los arribes del Duero. Cañón espectacular y hermoso que nos trajo unas cuantas sorpresas pero antes me gustaría explicar como se formó este imponente cañón.
Hace unos años volvíamos de la sierra de Andujar y uno de los temas sobre los que veníamos hablando eran los “cerros testigo” y el porqué eran así. A raíz de ellos mi gran amigo Ernesto Hernández (al cual agradezco enormemente su colaboración para la realización de esta entrada ya que sin él hubiera sido imposible de hacer) nos explicó a Isabel y a mi la creación de los arribes del Duero de una manera sencilla que voy a intentar reproducir para que se entienda perfectamente (quiero contarlo de una manera sencilla, sin desviar la atención sobre nombres o años para centrarme en como se formó que es lo que realmente me interesa).
Hace millones de años el río Duero no existía; los ríos de la zona que ahora ocupa la cuenca del Duero eran ríos menores que desembocaban en el mar Cantábrico depositando sedimentos en la zona central de la actual meseta. En esa época, la actual meseta, estaba cerrada en el oeste por pequeñas sierras como la Sierra de la Culebra o la Sierra de la Estrella (Portugal) con dirección noroeste-suroeste y por el lado noreste el Sistema Ibérico.
Cientos de años después un nuevo plegamiento, el llamado plegamiento Alpino dio lugar a los grandes sistemas montañosos de la península ibérica (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central) con lo cual la salida de esos ríos quedó cerrada transformando el interior de la actual meseta en un gran lago con ríos que se iban moviendo depositando sedimentos, cuando habían sedimentado totalmente una zona, el cauce de esos ríos se movía a derecha o izquierda para ir rellenando otra zona, cuando esta zona también estaba rellena de sedimentos, el cauce se vuelve a mover hasta otra zona y así, sucesivamente, a lo largo de miles de años, provocando que la gran zona interior limitada por las montañas se fuera rellenado de sedimentos.
Mientras tanto, en la sierra de Portugal, un pequeño río procedente de la zona de la Sierra de la Culebra va horadando la montaña de oeste a este, ya que la gran pendiente entre la sierra y la costa portuguesa facilita la erosión y el arrastre.
Cuando este río alcanza la zona del actual Duero, la cubeta interior bascula hacia el Atlántico, encontrando una salida y, el Duero, comienza a abrirse paso entre las fracturas aparecidas en los terrenos graníticos.
La fuerza del agua, la dureza y la fractura del terreno hacen que el Duero se vaya encajonando más y más hasta formar el arribe, con una diferencia de altura desde los cero metros sobre el nivel del mar en Oporto hasta los mas de 700 m que tenía entonces el depósito interior.
Por esa apertura fluye el río. La cuenca que había funcionado como un gran lago, comienza a vaciarse hacia Portugal provocando una erosión hacia atrás y excavando, en las zonas rocosas, cañones (los arribes del Duero). En las zonas blandas, la erosión lateral hace que los valles adquieran una forma más ancha surgiendo todo el valle del río Duero quedando zonas altas y planas que no son erosionadas, los cerros testigo, que son la altura original que tenía la meseta después de la gran sedimentación provocada por el enorme lago antes de encontrar la salida y que podemos ver en el paisaje de la actual meseta.
Este imponente cañón se vio inalterado durante miles de años y la fuerza del río Duero fue excavando su configuración. El río en este tramo era un río bravo, de fuertes pendientes, de rápidos y muy peligroso que era frontera entre España y Portugal, lugar de contrabando que se cruzaba saltando sobre estacas clavadas en el suelo y que sobresalían sobre los rápidos. Era un lugar peligroso de fuertes pendientes rodeado de abruptos precipicios de hasta 400 m de altura que conformaban un entorno hostil que se vio modificado totalmente con la creación de sucesivas presas que remansaron el bravo río Duero desde 1902, año en el que se construyó la primera presa sobre el río Duero, la presa de San Román o El Porvenir en el inicio de los arribes del Duero y que suministraba energía eléctrica a Zamora, Valladolid, Toro, Salamanca y numerosos pueblos; a partir de ahí, se sucedió la construcción de diferentes presas tanto en la zona española como la portuguesa, configurando el estado actual del río Duero que pasó de ser un río bravo y rápido a un río remansado y tranquilo en el que la altura de los acantilados del cañón se vio recortada en más de la mitad quedando en unos 200 m de altura en la zona más alta.
(Si queréis ver una entrada anterior sobre los arribes pinchar aquí)
En este precioso e imponente cañón de casi 200 km de longitud nos encontrábamos disfrutando de un espléndido día en el que pudimos observar algunos de sus habitantes más conocidos y otros que no deberían de estar ahí.
Observar el cañón es una maravilla y, si además, puedes observar a alguno de sus habitantes como buitre leonado, águila calzada, alimoche, águila real,  o vencejo real la observación es mucho más entretenida.
Águila calzada.
Alimoche.
Águila real.
Buitre leonado.
Nos faltó uno de los habitantes más famosos del cañón, la cigüeña negra que hemos podido disfrutar en otras ocasiones.
Cigüeña negra.
Podarcis guadarramae lusitanicus.
Gracias Abel por la identificación.
Podéis ver un magnífico reportaje 
en su blog
PINCHANDO AQUÍ
No solamente pudimos disfrutar de las aves sino que también de algunas lagartijas que tomaban plácidamente el agradable sol de la tarde pero, la gran sorpresa del día, fue una pequeña mariposa que no ha puesto de acuerdo los diferentes expertos que he consultado, lo único que les ha puesto de acuerdo es que esta pequeña mariposa no debería de estar ahí y es un bombazo que sí esté ahí; me explicaré.
Lycaena tytirus o Lycaena bleusei esa es la cuestión. Ninguna de las dos debería de estar en este lugar. La Lycaena tytirus se distribuye por el norte de Castilla y León, encontrándose también en Sanabria, por lo tanto en los arribes no está.
La Lycaena bleusei, por el contrario, se distribuye por el sur de nuestra comunidad, por lo tanto, tampoco debería de estar ahí entonces ¿qué hacía ahí?
Solamente pude hacerle fotografías con las alas abiertas lo que supuso que su identificación como una u otra especie fuera prácticamente imposible ya que los especialistas consultados opinaban que podía ser cualquiera de las dos, el caso es que, su sola presencia allí ya era un "bombazo".
El día llegaba a su fin y nos volvíamos con la agradable sensación de haber disfrutado de una esplendida jornada de campo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Carroñeros. Orden de llegada.

Los carroñeros han tenido muy mala fama y siempre se les ha asociado con la muerte, con un animal que vive de la desgracia ajena. Pero su función de aspiradoras del campo es fundamental ya que eliminan de posibles focos de infección nuestros bosques y campos.
Uno de los días que estuvimos viendo la berrea también pudimos contemplar varios buitres y ahí pensé en hacer esta entrada. Una entrada que intentará explicara el orden de llegada de los carroñeros a una carroña.
En nuestro país tenemos cuatro buitres: negro, leonado, quebrantahuesos y alimoche. Los cuatro viven principalmente de las carroñas; la evolución les ha ido confiriendo una serie de características especiales para que todos se alimenten de una misma carroña sin solaparse, son complementarios.
Varios cuervos con tres buitres leonados y uno negro
Cuando aparece una carroña en el campo los primeros en llegar son los córvidos (urracas, cuervos,…). Solamente pueden comer las partes blandas del animal (lengua, ojos,…). Como buenos córvidos no pararán de moverse de una lado a otro, alrededor y sobre el cuerpo del animal muerto. Al incidir los rayos del sol sobre sus plumas, se provocarán unos reflejos que actuarán como verdaderos llamadores para los buitres, ya que esos reflejos los observan desde la altura.
Los siguientes en llegar son los buitres negros, el ave más grande de España (pueden tener hasta 3 m de envergadura). Se dan prisa en llegar ya que prefieren comer sin ser molestados o agobiados por los buitres leonados. Con su fuerte pico abren el cuerpo y solamente comen a nivel superficial (músculos,…); si comieran piel o pelos lo devolverían en forma de egagrópilas (una especie de bolas). Los buitres negros también se pueden alimentar, es mucho más raro, cazando crías de conejos o pequeños roedores.
Mientras tanto, los buitres leonados, comienzan a comunicarse, de unos a otros, que uno de ellos ha encontrado comida, y lo hacen de una manera muy curiosa.
Los buitres leonados viven en grandes comunidades que todas las mañanas, aprovechando las térmicas (aire caliente) salen a explorar el monte. Lo hacen subiendo lentamente y, casi sin esfuerzo, se dejan llevar por el aire caliente hasta gran altura, extendiéndose de tal manera que cada buitre patrullará una zona, lo cual les permite colaborar en busca de comida abarcando una enorme extensión de terreno. Desde esa gran altura buscan el movimiento de los córvidos sobre la carroña, ven los reflejos, y rápidamente hacen un vuelo característico que indicará a su compañero de la izquierda y su compañero de la derecha que allí hay comida. Esos buitres harán lo mismo y se dirigirán hacia la carroña, de tal manera que en muy poco tiempo se lo han ido comunicando unos a otros, juntándose un gran número de buitres leonados cerca del animal muerto.
Esperarán a que el buitre negro abra el cuerpo, ya que ellos no pueden hacerlo, sus picos no son tan fuertes; si en la zona no hubiera buitres negros deberían de esperar a que un mamífero (zorro, lobo e incluso jabalí) hiciera ese trabajo.
Buitres leonados y uno negro comiendo una carroña. 
Cuando el zorro, lobo, jabalí o buitre negro han terminado de comer, los hasta 300 buitres leonados que están esperando su turno, se lanzan a la carroña, pero lo hacen de una manera organizada, comen por orden jerárquico, de mayor a menor importancia. Comerán las partes internas del animal, las vísceras, dejando los huesos pelados. Si por la zona hubiera alimoches comerían tras los buitres leonados o, si pueden, restos de lo que se les va cayendo, si no comerán  lo que les quede de la carne pegada a los huesos.
Los buitres leonados tienen el cuello pelado como medida de higiene ya que si tuvieran plumas, al introducirse dentro del cuerpo, se les quedarían pegadas bacterias provocando infecciones. Por el contrario el buitre negro solamente tiene pelada la cabeza al comer partes externas y no meter todo el cuello en el animal muerto, al igual que el alimoche que tiene pelada la cara. 
Alimoche entre los buitres esperando su turno.
Al hablar del alimoche siempre recuerdo uno en especial, se llamaba Gaspar y aparecia en un capítulo de El Hombre y la Tierra. En él se veía cómo rompía huevos de avestruz, otra forma de alimentarse. Así lo hacen los alimoches, rompen huevos de dos maneras diferentes, tirándolos contra piedras o cogiendo piedras y tirándolas contra el huevo, es decir, utilizan herramientas para su beneficio, es el único caso en las aves. Lo hace en función del tamaño del huevo. Si está en África y coge un huevo de avestruz le lanzará piedras. Si es un huevo pequeño lanzará este sobre las piedras. (Si pincháis AQUÍ lo veréis. No es Gaspar, está en inglés, pero se ve como lo hace).
Al terminar los buitres leonados y alimoches aparecería, en las zonas que hubiera, el quebrantahuestos (especie en grave peligro de extinción en España), que como su nombre indica, se alimenta de los huesos que quedan tras la comilona de sus primos. Lo hace cogiéndolos y tras elevarse volando a cierta altura; los lanza para que se rompan contra las piedras y así comerlos (si pincháis AQUÍ lo veréis en este reportaje de la televisión mejicana).
De estos cuatro buitres: negro, leonado, quebrantahuesos y alimoche, el único que emigra es este último. Lo hace a África en un largo viaje que podéis seguir pinchando AQUÍ.
Esta es la función de los carroñeros, limpiar el bosque, y os aseguro que presenciar a cientos de buitres comiendo una carroña no deja a nadie indiferente.
(Agradezco enormemente a Poli prestarme sus fotografías para esta entrada)