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viernes, 19 de enero de 2024

¿Dónde están actualmente los ánsares?

En la entrada anterior quise hacer una evolución desde 1979 hasta 2023 de la invernada del ánsar común en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora). Evolución que seguía una gráfica campaniforme de menos a más para volver a bajar nuevamente hasta prácticamente ser residual. Vista la evolución y las principales causas de este declive en los últimos años surgía la siguiente pregunta: ¿Dónde están los ánsares ahora?
Como decía en la entrada anterior, la mayoría de ellos se encuentran en zonas de Holanda, Bélgica, Alemania o norte de Francia pero quería dejar claro mediante un mapa y la acumulación de observaciones reales, donde se encuentran, para lo cual he sacado los mapas de Euro Bird Portal que se conforman en tiempo real con “El objetivo de EBP es establecer un repositorio de datos europeo basado en datos agregados de portales de registro de aves en línea de toda Europa con los siguientes objetivos principales:
1-Describir patrones espacio temporales a gran escala de distribución de aves (cambios de distribución estacionales, patrones migratorios, fenología) y sus cambios a lo largo del tiempo.
2-Mejorar el valor de los portales de recopilación de datos en línea.” (Texto extraído de EBP).
He sacado los datos en todos los mapas entre el 24 y 30 de diciembre de 2023 (se puede ver la evolución de la especie a lo largo de todo el año, es decir, dónde están en cada momento del año)
En este primer mapa se muestra dónde están los ánsares comunes. Tengamos en cuenta que estos mapas se conforman: “Para aprovechar al máximo los datos recopilados por los portales en línea de toda Europa,… nuestro objetivo es crear un depósito de datos común que contendrá datos de cada uno de los sistemas existentes”.  (Texto extraído de EBP).
En este mapa los ánsares comunes se encuentran mayoritariamente en grandes zonas de Alemania, Holanda, Bélgica, Inglaterra, Dinamarca, parte de Polonia y sur de Suecia. Es decir, se han movido muy poco desde sus zonas de cría e incluso algunos ni siquiera lo han hecho como los ánsares que crían en esos lugares que prácticamente no se desplazan o los que bajan desde Noruega y el norte de Suecia o Finlandia que mayoritariamente se quedan en esas zonas.
Desde ahí se extienden de forma concéntrica a zonas de Polonia, República Checa, Hungría o norte de Francia; una rama baja por la costa francesa hasta la Península Ibérica para entrar por el País Vasco y Cantabria, bajando a la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, lagunas de la Nava, Boada y Campos (Palencia) y la Laguna del Oso (Ávila) en Castilla y León para continuar a los humedales de Extremadura, hasta el Parque Nacional de Doñana (Huelva) y el estuario del Tajo en Lisboa (Portugal) con algunos reductos en la cuenca del Ebro hasta Cataluña.
También se observan datos en Eslovaquia, Hungría e Italia y muy pocos en zonas de Rumanía, Grecia o Turquía.
Pensemos que Villafáfila es uno de los puntos de España que más ánsares nos encontramos. En el momento de la realización del mapa había poco más de 600. Con esos pocos ejemplares nos podemos hacer una idea los que puede haber en zonas similares.
¿Dónde están el resto de ánsares que venían infiltrados en los grandes grupos de ánsares comunes? Algunos ejemplares de ánsares caretos, campestres, piquicortos o barnaclas cariblancas acompañaban a los ánsares comunes; en los siguientes mapas se observa donde se encontraban entre el 24 y 30 de diciembre de 2023.
Ánsar careto.
Ánsar campestre.
Ánsar piquicorto.
También podía aparecer, con mucha suerte y muy esporádicamente, entre los grandes grupos de ánsar común algún ánsar chico. En el siguiente mapa vemos lo exiguo de su población que se concentra entre el 24 y 30 de diciembre de 2023 en zonas de Holanda, Alemania e Inglaterra.
Ánsar chico.
Esta es la distribución de las principales especies de ánsares en plena época de invernada. En España tenemos unos pocos ánsares comunes que son una mínima parte de los miles que llegaban hace muy pocos años.

sábado, 13 de enero de 2024

Evolución de la invernada de ánsar común en Villafáfila desde 1979 hasta 2023.

No vienen. Los ánsares comunes ya no bajan hasta nuestra tierra. Lo que era una tendencia acusada, el enorme declive de la invernada de ánsares comunes, se ha confirmado definitivamente: la gran invernada de ánsares comunes es historia.
Hasta mediados de los años setenta del s.XX los ánsares comunes pasaban por las Lagunas de Villafáfila, era un lugar de descanso o de alimentación en el que permanecían relativamente poco tiempo. Es a partir de esos años setenta, cuando comienzan a quedarse durante el invierno; comenzando así la invernada del ánsar común que fue aumentando paulatinamente su número, hasta llegar a su tope máximo en 1999 con 39.296 ejemplares que pasaban el invierno en las lagunas.
En el siguiente cuadro se puede apreciar su evolución desde 1979 hasta diciembre de 2023:

Año

Ánsar común

Año

Ánsar común

1979

88

2002

23.287

1980

350

2003

27.345

1981

846

2004

25.897

1982

3.386

2005

22.833

1983

2.400

2006

24.023

1984

3.943

2007

18.588

1985

4.450

2008

15.537

1986

5.100

2009

14.000

1987

11.770

2010

14.181 (media)

1988

12.872

2011

18.655 (diciembre 2011)

1989

10.219

2012

15.121

1990

17.375

2013

9.000

1991

23.560

2014

12.000

1992

13.088

2015

5.300

1993

18.668

2016

7.476 (14-12-2016)

1994

22.978

2017

5.200

1995

20.264

2018

1.600 (15-12-2018)

1996

24.728

2019

2.488

1997

24.202

2020

1.436

1998

34.755

2021

1.050 (diciembre 2021)

1999

39.296

2022

580 (diciembre 2022)

2000

32.690

2023

697 (17-1-23)

2001

29.779

609 (14-12-23)

(Datos extraídos de los censos realizados en las Lagunas de Villafáfila (mes de enero) y de la “Guía de la fauna de la Reserva Natural Las lagunas de Villafáfila” y “Veinte años de seguimiento de fauna en la Reserva de Villafáfila y su implicación en la conservación” ambos de M. Rodríguez y J. Palacios. Muchas gracias a J.M. San Román por su colaboración)
Desde el tope de ejemplares en 1999 el descenso ha sido progresivo. Descenso provocado por diferentes circunstancias pero que podemos dividirlas en dos grandes fases.
Una primera fase que llegaría hasta 2012, en la que las lagunas de La Nava, Pedraza y Boada se empiezan a recuperar mediante su llenado gracias al aporte de agua desde el Canal de Castilla, lo cual supone que los ánsares que antes llegaban únicamente a Villafáfila, se repartan entre los diferentes humedales, que además tienen agua en el momento crucial de la llegada de los ánsares del norte, 
Una segunda fase desde 2012 hasta la actualidad en la que la bajada ha sido espectacular y dramática. Las causas de este enorme declive son varias pero todas se resumen en una: el cambio climático.
El núcleo principal de ánsares que llegan hasta las Lagunas de Villafáfila procede de los países nórdicos (Noruega, Suecia, Dinamarca,...) que, antes de llegar hasta nuestra tierra, paran en zonas como Holanda y Alemania donde cada año que pasa, se quedan más sin bajar hasta España.
Todos estos ánsares que no están viniendo hasta nuestro país lo hacen por dos razones fundamentales; tienen comida en la zona de Alemania y Holanda ya que, grandes extensiones de tierra ganada al mar, que antes se utilizaban para el cultivo de flores ahora se han abandonado o se dedican al cultivo de forraje (alfalfa,...), para el ganado. Además, en esas tierras abandonadas crecen pastos, que junto con los cultivos de forraje son un alimento idóneo para miles de gansos de diferentes especies; por otra parte, tanto en Alemania como en Holanda los inviernos son cada año menos duros, con lo cual hay miles de gansos que no se mueven de esas zonas. 
Este invierno en el centro y norte de Europa han caído nevadas que hacía muchos años que no caían. Grandes áreas de Alemania, Dinamarca, Bélgica o Holanda han sido cubiertas por la nieve y azotadas por ventiscas, con lo cual, cabía la esperanza de que los grandes grupos de ánsares que se encontraban invernando se desplazaran más al sur, hasta la península Ibérica pero nada más lejos de la realidad, no han bajado hasta aquí, se han quedado principalmente en Francia.
El hecho de no continuar con la migración hasta la península también implica que los ánsares dejan de conocer el camino hasta aquí, se pierde el conocimiento del viaje. Si no vienen los ánsares no podrán enseñar el camino a las nuevas generaciones que no sabrán como, por donde ni a donde ir, con lo cual según vayan desapareciendo los que conocen el camino, las nuevas generaciones no sabrán como llegar , no vendrán. 
Algo similar ocurrió con la invernada de ánsares campestres en la provincia de Zamora. En el libro: “El ánsar campestre y el ánsar común en Castilla y León” de Mariano Rodríguez y Jesús Palacios se menciona que entre 1968 y 1981 el embalse de Ricobayo (Zamora) era el principal punto de invernada del ánsar campestre en España.
En 1968-69: 6.000 ánsares campestres invernaban en la provincia de Zamora. Su número fue decayendo paulatinamente; todavía en 1981 había 3.800 ánsares campestres que continuaban viniendo a pasar el invierno, en 1982: 3.000, en 1983 se produjo una enorme bajada hasta los 1.400 ejemplares, en 1984: 925; 1985: 792; 1986: 450 y así hasta 1991, año en el que vinieron 157. En la década de 1990-2000 continuaron viniendo en muy escaso número pero es a partir de la entrada en el s.XXI cuando prácticamente desapareció y, actualmente, ver alguno es algo extraordinario como sucedió en la invernada 2022-23 que dos ejemplares descubiertos por Gary Losada estuvieron entre los ánsares comunes.
 Dos ánsares campestres de la Tundra
entre ánsares comunes en la invernada 2022-23.
Si cada vez vienen menos ánsares hasta nuestras tierras también baja enormemente la probabilidad de que entre ellos aparezca algún otro tipo de ánsar infiltrado que no sea el común, como los ánsares campestres, barnaclas cariblancas, ánsares indios, ánsares piquicortos o ánsar chico, incluso algún tarro canelo, barnacla cuellirroja o ánsar nival; los únicos que se siguen viendo con relativa regularidad en números muy variables son los ánsares caretos, este año han venido un grupo de cinco ejemplares descubiertos por J.J. Orduña que estuvieron pocos días en las lagunas y una barnacla carinegra también descubierta por J.J. Orduña que está pasando todo el invierno en las lagunas.
Barnacla carinegra entre ánsares comunes.
Al igual que las probabilidades de ver alguno de estos infiltrados han bajado exponencialmente lo mismo ha sucedido con los ánsares marcados con un collar. En función de los collares que he visto en los últimos años su evolución ha sido la siguiente: 

Año

Collares leídos

Nov. 2012-Feb. 2013

20

Nov. 2013-Feb. 2014

19

Nov. 2014-Feb. 2015

15

Nov. 2015-Feb. 2016

9

Nov. 2016-Feb. 2017

10

Nov. 2017-Feb. 2018

12

Nov. 2018 -Feb. 2019

3

Nov. 2019 -Feb. 2020

7

Nov. 2020 -Feb. 2021

4

Nov. 2021 -Feb.  2022

1

Nov. 2022 -Feb.  2023

2

Nov. 2023 -Ene. 2024

1


Este invierno solamente se ha visto un único ánsar común con collar, descubierto por Gary Losada. Además se ha dado la casualidad que este ánsar de collar 2GV se anilló en Finlandia el 30-5-2021 por Antti Piironen, lo que supone el primer ánsar con collar que se ve en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila marcado en ese país. Este ánsar ha cambiado su invernada este año; en 2021 y 2022 desde Finlandia fue hasta Polonia y Hungría donde pasó el inverno, por el contrario este año pasó de Finlandia hasta Alemania y de ahí hasta España donde se ha visto en La Nava (Palencia) y en Villafáfila (Zamora). Una posibilidad del cambio zona de invernada puede ser debido al crudo invierno este año en las zonas que invernó en 2021 y 2022.
Fotografías de Gary Losada
(muchas gracias por prestarlas para esta entrada).
Casualmente los dos únicos ánsares con collar que se vieron el invierno pasado fueron daneses y también era la primera vez que se veía algún ánsar procedente de ese país. Ánsares con una preciosa historia (recordarla aquí).
A fin de cuentas se ha acortado la distancia de la migración (cada vez es más al norte), más cerca de las áreas de cría y la llegada más temprana a sus zonas de cría (cada vez están menos tiempo en las zonas de invernada).
La gran invernada del ánsar común ha muerto. Vienen muchos menos, llegan más tarde y están menos tiempo.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Dos ánsares daneses con una hermosa historia.

Entre los pocos ánsares comunes que tenemos en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila se encuentran dos ejemplares muy especiales. Dos ánsares que están marcados con collar y anilla con una historia muy hermosa y particular.
Los dos fueron vistos por primera vez el 2-12-22; D077 fue visto por Gary Losada y D068 por Joao Tomás. He podido verlos los días 3 y 4 y descubrir su hermosa historia. Ánsares anillados en Dinamarca por Henning Heldbjerg (Departamento de Ecociencia de la Universidad de Aarhus) que han resultado ser los primeros ánsares anillados en ese país que se han visto en las Lagunas de Villafáfila.
El día 3 de diciembre los pude ver en las lagunas. D077 lleva un collar azul y además una anilla igual en su pata. D068 solamente lleva anilla azul con dígitos blancos en su pata. Ver un ánsar con anilla es realmente raro, normalmente se les pone collar ya que al llevarlo en el cuello es el lugar más visible para poder verlo y leerlo en la distancia.
Ese es el primer dato que me resultó muy curioso y el segundo era que, tras estar observándolos durante bastante tiempo, me di cuenta que iban siempre juntos, no se separaban en ningún momento.
En esta fotografía se puede ver
 a la izquierda a D068 (con anilla) y a D077 con collar.
Cuando he podido ver ánsares que no se separan unos de otros y que han sido vistos en diferentes lugares de Europa era porque tenían algún vínculo, alguna relación entre ellos como pude constatar con LZ5 y LB2 que eran una pareja (los ánsares se emparejan de por vida) anillados por Arne Follestad en Noruega y que se han visto juntos en Noruega, Holanda, La Nava (Palencia) y aquí en Villafáfila o ZE1 y ZE7, dos ánsares que habían sido anillados el mismo día, en el mismo sitio de Noruega por Arne Follestad, seguían juntos en Villafáfila y formaban parte de la misma pollada. Como sucedía con UD5-UD6 y UE2. Los tres fueron anillados el 18 de julio de 2019 en el mismo lugar de Noruega por Arne Follestad. Después, volvieron a ser vistos, en otro punto de Noruega; desde ahí pasaron a Holanda donde fueron vistos en dos zonas diferentes. De ahí hasta las Lagunas de Villafáfila. Fueron anillados como adultos no reproductores con lo cual es muy difícil saber si son o no son miembros de una misma pollada pero, presumiblemente puede que lo sean y, seguramente, alguno de los otros ánsares con los que van también pueda ser hermano de ellos.
Si estos dos ánsares daneses iban juntos era porque debían de tener alguna relación así es que me puse en contacto con su anillador: Henning Heldbjerg (Departamento de Ecociencia de la Universidad de Aarthus) que muy amablemente me informó de toda su historia. Al cual quiero dar las gracias por su amabilidad y predisposición.
Lugar de anillamiento en Dinamarca y lugar de observación en Villafáfila.
Lugar de anillamiento:isla de Agersø (Dinamarca). .
D077 el día de su anillamiento.
D077
y D068 fueron anillados en la pequeña isla de Agersø el 1-6-2022. Se anillaron unos 50 ánsares comunes de los que 35 eran pollos. Todos los adultos eran aves reproductoras y estaban mudando como D077 que es un macho mientras que a los pollos solamente se les puso una anilla en la pata como a D068 porque eran muy pequeños cuando se les anilló. Estos dos ánsares comunes eran el macho adulto y su pollo.
Fotografía los dos juntos en Villafáfila el 4-12-22.
Pollo que lo seguirá allá donde vaya. Pollo que necesita aprender. Pollo que no se separará en ningún momento de su padre (la madre seguramente también esté en el grupo pero no se le anilló). Pollo que observará e irá aprendiendo lo que necesita para sobrevivir. Aprenderá el camino de ida y de vuelta desde su Dinamarca natal hasta Villafáfila, dónde debe de parar a descansar y alimentarse, se fijará en ríos, valles, ciudades, bosques para orientarse; seguirá a su padre en las Lagunas de Villafáfila para saber que comer, donde comer, donde descansar, donde dormir, los peligros…aprenderá a sobrevivir y su padre (y seguramente su madre que también estará en el grupo) le guiarán y enseñarán todo lo necesario para subsistir. Una preciosa historia de aprendizaje.
Tanto D077 como D068 han sido vistos en Países Bajos. D077 los días 1, 15 y 23 de noviembre. D068 fue visto el 15-11-2022 en el mismo lugar que su padre, es decir, iban juntos, aunque no se viera los otros días, es complicado verle la anilla desde lejos, estoy convencido que iban juntos. Poco más de una semana después de ser vistos en Países Bajos aparecieron en las Lagunas de Villafáfila donde esperemos que pasen todo el invierno.
Desde hace 20 años los ánsares comunes anillados en Dinamarca vistos en España han bajado de forma exponencial, cada vez se ven menos. Observaciones concentradas en el Parque Nacional de Doñana (Huelva), una en la zona del País Vasco y estas de Villafáfila.
Observaciones de ánsares daneses con collar desde el 2000.
Henning Heldbjerg, su anillador, me confirma que: “Sus avistamientos son los primeros encontrados en España de esta población de Agersø. Hace algunas décadas, casi todos los ánsares daneses se trasladaban a España durante el invierno, pero cada vez más permanecen en Holanda o cerca de Dinamarca en la actualidad”.
Fotografía realizada por José Javier Orduña hoy mismo, 12-12-22.
En el grupo de ánsares adultos que anillaron a algunas hembras les pusieron un collar con Gps. Ninguna de estas hembras ha bajado más allá de Países Bajos.
Una de las hembras anilladas con collar GPS.
Como bien es sabido la invernada del ánsar común en España está a punto de desaparecer, por lo menos, como la conocíamos, esos miles de ánsares que venían ya no lo hacen. Esta enorme bajada, lógicamente, la podemos también comprobar en los ánsares con collar que han sido vistos. Esta tabla muestra la evolución de los collares que he visto en los últimos años:
La invernada del ánsar común se muere. Agoniza. Vienen muchos menos y además llegan más tarde y están menos tiempo pero como dirían en Asterix y Obelix: un grupo de irreductibles ánsares resiste todavía y siempre al cambio de invernada, al cambio climático y a cualquier contratiempo.
(Quiero agradecer enormemente a Henning Heldbjerg su amabilidad y predisposición para facilitarme información y sus fotografías. Al igual que a Gary Losada y José Javier Orduña.)

miércoles, 20 de octubre de 2021

Fidelidad a las zonas de invernada.

La Real Academia Española de la Lengua (RAE) define invernada como: “Estancia o permanencia en un lugar durante el invierno”. La Península Ibérica es un lugar privilegiado para que miles de aves provenientes del norte y centro de Europa lleguen hasta nuestras tierras a pasar el invierno. Desde los viajeros ánsares o grullas hasta las gaviotas reidoras, sombrías o cabecinegras pasando por rapaces o pequeños pajarillos vienen en busca de mejores condiciones para poder alimentarse, para poder sobrevivir.
Las condiciones ambientales locales de muchas aves en el norte de Europa cambian de una manera constante y, en ocasiones, son cambios periódicos que se pueden predecir; esos cambios estacionales provocan una bajada generalizada de los recursos alimenticios disponibles. Sus zonas se ven cubiertas por nieve, fuertes vientos y mal tiempo que provoca que la comida escasee, desaparezca o sea muy difícil de encontrar, por lo que deciden desplazarse más al sur en su busca. Zonas en la Península Ibérica o África que disponen de abundancia de alimento cuando en sus zonas de origen escasea, no hay o cuesta mucho esfuerzo encontrarlo.
Estas aves migratorias pasarán todo el invierno entre nosotros y volverán a sus zonas de cría en primavera. Pero el cambio climático está ocasionando modificaciones en estos ciclos, alteraciones que están provocando que esas migraciones se alteren ya que, muchas de esas aves, que venían a pasar el invierno entre nosotros ya no vienen porque no les hace falta, ni les compensa, hacer un viaje tan peligroso y largo si pueden encontrar alimento mucho más cerca.
Un ejemplo que nos toca directamente es el que afecta a los ánsares comunes que llegaban por miles hasta la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila y que, prácticamente, han desaparecido. La razón fundamental de la disminución de ánsares que vienen hasta nuestras tierras en los últimos años es que tienen comida en la zona de Alemania y Holanda. Grandes extensiones de tierra ganada al mar que se utilizaban para el cultivo de flores se han abandonado y dejado libres, con lo cual, en esas tierras crecen los pastos que son alimento para todos estos ánsares que encuentran comida y, además, el invierno, tanto en Alemania como Holanda es, cada año, menos duro, con lo cual, se unen estas dos circunstancias para que miles de ánsares no se muevan de esas zonas y, los que bajan desde los países nórdicos, se queden, en gran número, también allí.
Aun así miles de aves siguen llegando hasta la Península Ibérica y muchas de ellas son fieles a sus lugares de invernada. Aves fieles que podemos identificar porque tengan algún defecto o alteración física y las haga muy reconocibles, por ser aves raras de las que hay muy, muy pocos ejemplares (por ejemplo la famosa gaviota “Cipriana”, Larus thayeri, primer ejemplar para España que apareció en febrero de 2008 y siguió viniendo al mismo punto de Lugo durante los siguientes 11 años, un poco de su historia aquí) o porque vengan anilladas y sepamos su historia.
Quiero centrarme en estas últimas. Aves anilladas que son fieles a sus lugares de invernada como sucede con algunas de las que han llegado en la última semana hasta nuestra tierra zamorana desde cientos o miles de kilómetros.
4-11-2020
La primera de ellas es una gaviota reidora: la TC1W (anillada el 22-6-2019 en Zalew Mietkowski - Polonia). Gaviota que he podido ver en el río Duero a su paso por Zamora el pasado día 17 de octubre y que lleva viniendo (o sabemos que viene) desde que la anillaron de adulta con más de dos años. Gaviota reidora que ha venido en los inviernos de 2019, 2020 y 2021 quedándose hasta principios de marzo para después regresar a Alemania donde se la ha visto en temporada de cría.
6-3-2021
Otro ejemplo es una grulla: la BBY-WGW. Anillada el 9-7-2012 en Arnimswalde Brandenburg (Alemania) que he podido ver en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila en los inviernos de 2013, 18, 19, 20 y volví a ver el pasado día 12 de octubre de 2021.
10-11-2018
20-10-2020
Si hablamos de las cigüeñas blancas tenemos bastantes ejemplos de aves que permanecen todo el invierno desde hace bastantes años entre el Centro de Residuos Sólidos Urbanos de Zamora (CRSU) y la ciudad, donde muchas de ellas duermen.
2316 el 30-1-2021 junto con Z353,
anillada en Cospeito (Lugo) el 27-5-2018 por Antonio Salazar.
Así está la 2316 anillada por Pablo Santos hace la friolera de 22 años, el 26-5-1999 y año tras año permanece en la ciudad. O la WA8F anillada el 3-6-2004 en Santa María del Páramo (León) por el GIA León y que llevo siguiendo desde hace 6 años.
WA8F y Z026 en el vertedero de Zamora el 28-9-2021.
La Z026 anillada en Guitiriz (Lugo) por Antonio Salazar el 19-5-2013 y veo en Zamora desde el 21-9-2017 invierno tras invierno. O la portuguesa 4U+ anillada el 24-1-2014 por Carlos Miguel Pacheco en Cuba (Portugal) que nos visita por segundo invierno consecutivo. Sin olvidarme de la W3SA anillada por Pablo Santos el 7-6-2004 en San Pelayo (Zamora) o la C79M anillada el 3-6-2008 por el GIA León en Santibañez de Bernesga (León) que pasan el invierno en Zamora año tras año.
C79M y W3SA durmiendo en la Iglesia de San Ildefonso
de Zamora ciudad el 20-9-2021
Ejemplos de aves fieles a su zona de invernada. Aves que ahora mismo ya están aquí. Aves a las que se les ha añadido el bisbita alpino visto por Manuel Segura el pasado 19-10-21 que repite invernada en la bella Puebla de Sanabria desde que fue anillado por Jeremy Maingueneau en Laruns (Francia), en junio de 2018 con más de dos años.
19-11-2019
27-3-2020
19-10-2021
Estos son solamente algunos de los pequeños ejemplos de aves que hacen recorridos enormes, sorteando adversidades y peligros para buscar unas mejores condiciones de alimentación en nuestra tierra. Aves que vienen año tras año. Aves que son un verdadero privilegio verlas. 
LZ5 y LB2 en diciembre de 2019.
YN32 el 19-1-2016, vista también el 6-2-2021 en el vertedero de Zamora
 así como el 30-12-2020 en el vertedero de Gomecello (Salamanca)
Aves que ya han llegado y que esperan a otras que, confiemos sigan viniendo desde la lejana Noruega como los ánsares LZ5 y LB2 a las Lagunas de Villafáfila o las gaviotas sombrías YN32 desde Islandia o B= desde Países Bajos que alternan los vertederos de Zamora y Gomecello (Salamanca) a lo largo de todo el invierno.
(Agradezco enormemente a Manuel Segura cederme sus fotografías del bisbita alpino para ilustrar esta entrada).