Volvía, un día más, de las Lagunas de Villafáfila sin haber
visto a las grullas. Este año no estaba teniendo suerte pero... la tostada se
volvió y, después de salir de los límites de la reserva, pude ver un grupo de unas
veinte grullas que comía tranquilamente en un campo. Paré. Saqué rápidamente el
telescopio y busqué si había alguna anillada. No había ninguna pero allí
estaban. Elegantes. Tranquilas. Cogiendo fuerzas.
Estas larguiruchas y espigadas aves son elegantes y
charlatanas, no paran de emitir ruidos constantemente como en una conversación
sin fin. En el grupo había tanto adultos como jóvenes que se distinguen
fácilmente al ser un poco más pequeños y tener la cabeza gris-castaño;
todas se movían picoteando constantemente pero siempre había alguna alerta,
alguna con la cabeza levantada, vigilando por si algún peligro se acerca.
Todas las imágenes de esta entrada son testimoniales dada la enorme distancia. |
Las grullas suelen viajar en familias y en pequeños grupos.
Extremadura y la laguna de Gallocanta (Zaragoza) son los principales lugares en
los que las grullas pasan el invierno en la Península Ibérica. Las que llegan a
Villafáfila provienen de Europa pasando antes por Gallocanta para dirigirse
hasta Extremadura. Algunas se desvían hasta Villafáfila para, unas descansar y
después proseguir su camino, y otras quedarse para pasar aquí el invierno. La
última pareja que crió en nuestro país fue en 1954 en la Laguna de La Janda en
Cádiz.
Al cabo de unos minutos comencé a escuchar una algarabía de
chillidos que se acercaban poco a poco, busqué su procedencia y descubrí otro
grupo de grullas que venía volando. Bajaron y se juntaron con el grupo que
estaba observando y...¡bingo! En el grupo venían dos grullas anilladas.
Las dos grullas anilladas que llegaron volando. |
Rápidamente leí su código de colores, los apunté y luego me
dediqué a disfrutar de ellas. Las anillas nos dicen su lugar de procedencia
mediante la lectura del código de colores de la pata izquierda, mientras que la pata
derecha nos marca el código de ese ejemplar en concreto por lo que cuando las
vi ya sabía que eran, casi con toda seguridad, alemanas, por lo menos la adulta
que recordaba que su código (siempre se lee de arriba a abajo) es
azul-amarillo-azul; el código de colores del joven no sabía de dónde, había que
investigarlo.
Cuando regresé introduje los datos del avistamiento en el
ordenador y me salieron los historiales de las dos grullas.
La primera era una vieja conocida. La llamaré la adulta cuyo código era: BuYBu-BuYR. La había visto dos veces el año pasado.
Imagenes de la grulla con código: BuYBu-BuYR que había visto el 25 de noviembre y el 2 de diciembre de 2013. |
Tiene poco más
de cuatro años y fue anillada el 10 de junio de 2010 en Alemania; ha sido
vista, hasta la fecha, la friolera de 107 veces; de las cuales casi todas son
en Alemania, más 2 en Francia, 1 en Holanda y 6 en España donde se vio en
Extremadura en 2012, en Villafáfila 4 veces en el 2013 y esta observación en
2014.
La misma grulla el pasado 25 de noviembre de 2014. |
La segunda grulla anillada era un joven del año. Su código
era: BuWBu-YBuW. Había sido anillada el 16 de julio de 2014 en Alemania; se
había visto 4 veces muy cerca de donde se anilló, 1 vez en Holanda y mi
observación en Villafáfila a 1602
km de distancia de donde se anilló.
Imagen del joven anillado comiendo. |
Al terminar de leer el historial del pollo me asaltó una
duda: "¿Y si la observación de Holanda fuera la misma en las dos
grullas?" Volví a entrar en los historiales y mi sorpresa fue mayúscula
cuando comprobé que todas las observaciones del joven coincidían exactamente
con las de la grulla adulta. El lugar, las coordenadas, el día, la hora, el
observador...¡todo!
Las dos grullas habían estado juntas. El joven estaba donde
se encontraba la adulta con lo cual había una enorme probabilidad de que fuese
hija suya.
Imagen de la grulla joven. |
Seguí buscando y encontré varias fotografías realizadas en
Alemania donde salían las dos grullas juntas. La grulla adulta estaba enseñando
a su pollo a sobrevivir. Le había enseñado por donde debía de moverse en
Alemania, donde nació y lo anillaron para después mostrarle el camino; el 25 de
octubre fueron vistas por última vez en
Alemania, su siguiente observación fue en Holanda donde se localizaron el 8 de
noviembre y de ahí hasta Villafáfila donde las pude observar el día 25 de
noviembre.
Imagen de las dos grullas tomada por M. Kirchhoff en Alemania el 8 de octubre de 2014. |
Imagen de las dos grullas juntas tomada el 25 de noviembre de 2014 cerca de las lagunas de Villafáfila.. |
La grulla adulta estaba enseñando a la joven la ruta
migratoria que deberá de aprender; por dónde ir, a dónde parar y cuándo llegan
al lugar de destino donde moverse para comer o para descansar, sin olvidarnos
de la ruta de vuelta hasta sus zonas de cría en Alemania. La grulla joven
deberá de recordar todo lo que le enseñe la adulta ya que al año siguiente ya
no tendrá esa guía tan especial y personalizada, deberá de realizar el viaje
sin seguir las indicaciones de la adulta que tendrá otro pollo al que enseñarle
el recorrido.
Se estima que unas 150.000 grullas invernan en nuestro país,
de las cuales más de la mitad se concentra en las dehesas extremeñas donde
encuentran una fuente de alimento fácil y nutritiva, la bellota. El resto lo
hace entre Andalucía, Castilla la Mancha y Aragón pero un porcentaje muy bajo
se queda en las lagunas de Villafáfila que es a donde han venido estas grullas
alemanas.
La mayoría de estas grullas provienen de Alemania, Suecia o
Noruega y, en un porcentaje muy bajo, de Polonia, Finlandia, oeste de Rusia o
países bálticos. La tendencia, al igual que en los gansos, es a descender el
número de grullas que viajan hasta nuestro país.
El grupo de grullas era de 54 ejemplares que comían
tranquilamente en la planicie castellana. Caminaban lentamente, picoteando el
suelo donde una suave hierba crecía decidida después de los días de lluvia.
La grulla joven no se separaba mucho de su progenitora
mientras se movían plácidamente. Sus anillas habían contado una historia. Una
historia, que por lo menos a mi, me apasiona. Una historia de grullas viajeras.