Llevo desde el 29 de Junio en las XVI Convivencias
Medioambientales del colegio Sancho II de Zamora en Puebla de Sanabria y ahora
que ha terminado el primer turno de niños puedo tener un poco de tiempo para
hacer esta entrada hasta que nos venga una nueva remesa de pequeños a los que
tratamos de enseñar a respetar y querer el medio que nos rodea.
Este año el campamento tiene como hilo conductor el cine
pero constantemente estamos enseñándoles la importancia de lo que tienen a su
alrededor, ya sea en las rutas, excursiones o simplemente en el río o la
residencia.
Todas las fotos de esta entrada están sacadas estos días con una cámara compacta pequeña. |
Es fascinante ver a los niños como van absorbiendo y
maravillándose de lo que van descubriendo. Sus ojos intensos nos miran
sorprendidos cuando les hablamos de corzos, lobos o ciervos; de ranas, culebras
o insectos. Todo les fascina y sorprende.
La educación ambiental está en decadencia en nuestro país.
No interesa o simplemente no se quiere transmitir pero creo que, como diría
Asterix, un reducido grupo de locos (aquí englobo a todos los que seguís este
blog, los que tenéis vuestros propios blog y a otros muchos como los miembros
de Naturzamora) que hacemos todo lo posible para transmitir conocimientos,
experiencias o vivencias que sean capaces de inundar a nuestros pequeños para
que consigan ver la naturaleza de una manera diferente, que se den cuenta de la
importancia que tiene, de que hay que conocerla para poder respetarla y
valorarla.
Hemos tenido unos días de calor en los que los anocheceres son de una belleza deslumbrante. |
Las pequeñas cosas hacen grandes historias. Pequeños
momentos que aprenden y no se les olvidarán nunca. Pequeños momentos que antes
eran incapaces de ver o de apreciar y ahora son capaces de fijarse en la
belleza de las mariposas, saben que las ranas o los sapos no se pueden tocar
pero si admirar, que las culebras tienen su función y no deben matarlas, que el
lobo es básico en un ecosistema o que sean capaces de pararse a mirar la
belleza de una oruga y te llamen para que la veas pasar por su toalla.
Estas pequeñas cosas son un triunfo que te reconforta en lo
más profundo. Cuando te llaman porque han visto un insecto y quieren saber cual
es. Cuando son capaces de llamar la atención a otra persona para que no pise
una simple babosa que no ha visto o que antes le daba asco porque no sabía que
era importante. Cuando son capaces de entender que los animales están o han pasado
por donde ellos van ya que dejan huellas, plumas, excrementos o restos de sus
comidas. Son pequeños triunfos que se van sumando unos a otros para conseguir
nuevos amantes de la naturaleza.
La educación ambiental es básica en la educación de un niño.
La educación ambiental sufre constantemente menosprecios, recortes o
supresiones. La educación ambiental no interesa. Dicen que no es rentable pero
¿qué hay más rentable que hacer que un niño aprecie, respete y valore la
naturaleza que le rodea?