Según caminaba por el puente mirando a las orillas llamó mi
atención un "bicho oscuro" con un montón de "algo rojo" a
su lado; mi primera impresión, en la distancia, era que había algo muerto con
las tripas fuera ya que no se movía pero, nada más lejos de la realidad, según
me acercaba el "bicho oscuro" se convirtió en un visón americano y el
"algo rojo" en restos de cangrejo.
El visón americano estaba comiendo, tranquilamente, un
cangrejo americano y a su lado había unos cuantos restos de otros que ya se
había comido.
Era curioso, dos especies invasoras, ambas americanas siendo
una depredada por la otra y ambas introducidas en nuestro país con un mismo
fin, el económico.
Una especie invasora es la que llega a un nuevo territorio,
colonizándolo y criando en él. Por lo tanto alterará el ecosistema y provocará
daños de diferente índole como el desplazamiento o reemplazamiento de especies
autóctonas, ya que competirá con ellas por el mismo alimento, provocará riesgos
para la salud humana o problemas para la agricultura.
Se provocará un impacto sobre los individuos autóctonos
(visón americano sobre el visón europeo), genético (como la hibridación entre
la malvasía canela sobre la malvasía cabeciblanca), sobre los ecosistemas
(modificación del paisaje por parte del eucalipto) o sobre las poblaciones
(cangrejo americano sobre el autóctono).
Por lo tanto tenemos que tener en cuenta que todas las
especies invasoras son introducidas pero no todas las introducidas son
invasoras. Para que una especie se considere invasora debe de asentarse y ser
capaz de criar, es decir, se debe asentar y si entonces afecta a las especies
autóctonas, se considerará invasora.
El visón terminó el cangrejo y rápidamente se volvió a meter
en el agua. Atravesó el río hasta la orilla contraria, se introdujo en un
cañaveral y, a los pocos segundos, un chapoteo indicaba que tenía otra presa.
Salió de entre las cañas. Cruzó nuevamente el riachuelo con su presa cogida en
la boca. Subió a la misma orilla y se dispuso a comer un nuevo cangrejo
americano.
Tanto el cangrejo como el visón americano se introdujeron en
España en los años 70 del s. XX. En 1973 se soltaron 100 kg de cangrejos en una
finca de Badajoz, poco después se hizo lo mismo en las marismas del
Guadalquivir, Valencia (1978) o el Delta del Ebro (1979). Su objetivo: el
beneficio económico de su explotación comercial pero su expansión fue
exponencial y a mediados de los años 80 se encontraba en gran parte del territorio
peninsular.
Por el contrario, el visón americano, desde hace cientos de
años ha sido atrapado para conseguir su preciada piel que se vendía para la
realización de prendas de vestir. Dado su elevado valor económico a mediados
del s.XIX en Estados Unidos se inició su cría en cautividad. La moda de los
abrigos de piel, algo que no he entendido nunca y que no me gusta en absoluto,
suponía un gran negocio a la vista, con lo que se abrió en 1925 la primera
granja en Europa (Suecia) y en 1958 la primera en España (El Espinar
(Segovia)).
El primer visón americano que se vio en libertad en nuestro país fue en 1978
pero, por desgracia, desde entonces, entre escapes y la irracionalidad de
individuos descerebrados que estaban en contra de las granjas de visones y que
podían haber protestado de forma legal; lo hicieron de una forma irracional
soltando miles de ejemplares llegando a su extrema locura con la suelta de
30.000 ejemplares en 2005 y 20.000 en 2007 de una granja cercana a Santiago de
Compostela.
De estos miles de ejemplares se consiguieron recoger
bastantes pero quedaron muchos en libertad, lo cual, supuso un enorme problema
para la población autóctona del visón europeo, de la rata de agua o de la
nutria ya que el visón americano es tremendamente adaptable, come de todo, es
muy agresivo y se reproduce sin dificultad.
La manera de comer del visón era la siguiente: subía con su
presa hasta la orilla. Lo dejaba en el suelo y el cangrejo se revolvía abriendo
sus pinzas hacia el visón que rápidamente daba un manotazo al cangrejo para
girarlo y poner encima una mano, sujetándolo, para, acto seguido, con sus
fuertes dientes levantar toda la cáscara del cangrejo como si de un
descapotable se tratara y comer, solamente, el interior de esa parte. En
ninguno de los cangrejos que cogió comió nada de las patas, ni de las pinzas,
ni del abdomen; solamente la parte central del cangrejo, el cefalotórax.
Tanto el cangrejo como el visón americano están incluidos en
el Catálogo Español de especies exóticas invasoras (Real Decreto
1628/2011, de 14 de noviembre) por constituir una amenaza grave para las
especies autóctonas.
Estudios recientes demuestran que el único beneficio que ha
supuesto la introducción del cangrejo americano para el medio ambiente ha sido
el ser una importante fuente de alimentación para aves o mamíferos que han
visto aumentar su población paulativamente.
El visón terminó su cangrejo y, nuevamente, volvió al río he
hizo la misma operación. Cruzó hasta la otra orilla. Atrapó un cangrejo y
volvió para comérselo haciendo exactamente la misma operación que con los
anteriores. En una media hora se comió unos ocho cangrejos pero cuando terminó
y decidió no seguir comiendo hizo algo que me sorprendió. Se acercó a unos
restos de los cangrejos. Se tumbó encima y se restregó sobre ellos para luego
levantarse y desaparecer por la orilla.
Cangrejo y visón americano, dos especies invasoras, dos grandes problemas provocados por la necedad y el ansia económica.
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