La gallineta es una de esas aves que sabes te vas a encontrar en cualquier río, charca o estanque que tenga las condiciones mínimas para poder esconderse y vivir. Es un ave común, que se ve con frecuencia en el río; ave que se adapta a cualquier ambiente y tiene una enorme flexibilidad en su dieta. Ave que es raro que no veas en un paseo por el río Duero en Zamora ciudad.
Hace unos días pude ver una pollada de esta ave. Pollada que estaba perfectamente controlada, dirigida y cuidada por sus padres. Padres que se repartían el trabajo de alimentar a sus pequeños casi a partes iguales; la mitad de los pollos eran alimentados por cada uno de los miembros de la pareja. Dos pequeñas expediciones que no se alejaban mucho una de otra ya que, cada cierto tiempo, se intercambiaban alguno de los pequeños pollos.
Hace unos días pude ver una pollada de esta ave. Pollada que estaba perfectamente controlada, dirigida y cuidada por sus padres. Padres que se repartían el trabajo de alimentar a sus pequeños casi a partes iguales; la mitad de los pollos eran alimentados por cada uno de los miembros de la pareja. Dos pequeñas expediciones que no se alejaban mucho una de otra ya que, cada cierto tiempo, se intercambiaban alguno de los pequeños pollos.
Era curioso ver como de los ocho pollos, cuatro seguían a un
miembro de la pareja y cuatro al otro. Padres que no paraban un solo instante de
buscar material vegetal para alimentar sin descanso a sus pequeños que pedían
incansablemente entre los juncos. Juncos que les protegen y dan alimento.
Juntos entre los cuales aparecían y desaparecían intermitentemente como si
estuvieran jugando al despiste.
La gallineta es un ave valiente, que no dudará en atacar
a cualquier otra ave que se acerque a sus pequeños y le da igual la especie que
sea y el tamaño que tenga. Lo pude comprobar cuando una hembra de azulón se
acercó demasiado a los pequeños pollos. La gallineta que estaba al cuidado de
esta parte de la pollada se abalanzó con una fuerza, ímpetu y violencia que me
dejó realmente sorprendido.
Levantó sus patas, sacándolas fuera del agua, agitó sus
alas con fuerza y potencia para lanzarse sin dudarlo sobre la pobre azulona que pasaba
por allí y tuvo que esquivar y huir del furibundo ataque de la gallineta que
solamente tenía en mente defender a sus pequeños de la intrusa.
La azulona agachó la cabeza y comenzó a chillar mientras la gallineta caía sobre ella en un revoltijo de plumas, patas y agua. En segundos la azulona se revolvió e hizo frente a su atacante que no cejaba en su empeño de echarla sin miramientos de su territorio mientras los pequeños pollos se refugiaban entre los juncos cercanos.
En cuanto la azulona se fue, la tranquilidad volvió a la
familia que continuó con sus quehaceres cotidianos de alimentación;
alimentación que es tremendamente flexible ya que: “...un 75% de vegetales y un 25% de alimento animal. Aquella se compone
principalmente de frutos y semillas (55%), hierba (15%), hojas, musgo, etc.
(5%). La materia animal está formada por lombrices de tierra (5,5%), insectos
(13%), babosillas y caracoles (4%), renacuajos (1,5%) y diminutos peces (1%).
Los pollos comen sobre todo materia vegetal, pero también gusanos y larvas de
insectos”. (fuente pajaricos).
El pequeño remanso del río en el que vive esta familia de
gallinetas está muy animado estos días. Las garzas reales se acercan hasta aquí
para alimentarse ya que, en la colonia cercana, sus pequeños esperan
hambrientos, al igual que un cormorán que no para de salir y sumergirse como
sin importarle la pequeña batalla acontecida.
Los avetorillos están inquietos. Se muestran más de lo
normal. Buscan pareja o están en pleno cortejo mientras un pequeño ruiseñor
recolecta material para su nido al igual que el pájaro moscón que está de capa
caída ya que, después de estar casi un mes construyendo su majestuoso nido, se
le ha caído ya que estaba anclado en un carrizo y, presumiblemente, se haya roto; el hecho de estar en un carrizo es algo realmente extraño, ya que
lo normal es que los anclen a árboles que así no tienen tanto riesgo de perderlo.
La vida en el río sigue. Un visón americano campea a sus
anchas por el río mientras los abejarucos y la pareja de martín pescador están inmersos
en la construcción o el acondicionamiento de sus nidos-túnel o en incubar a la próxima generación en la orilla del gran Duero.
Galápagos europeos o leprosos se solean junto con las tortugas de Florida que observan el acrobático vuelo de un milano negro o al águila calzada que acaba de traer un conejo al árbol cercano donde se dispone a comerlo.
Galápagos europeos o leprosos se solean junto con las tortugas de Florida que observan el acrobático vuelo de un milano negro o al águila calzada que acaba de traer un conejo al árbol cercano donde se dispone a comerlo.
El río fluye. El río vive. Unas nuevas generaciones han
comenzado su existencia. El ciclo de la vida continua.
Interesante, bien documentada, variada ... Son los calificativos que mejor definen para mí esta entrada Enhorabuena.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEfectivamente, las Gallinetas son muy celosas de su prole, en muchas ocasiones las he visto defender sus pollos como nos muestras en esta bonita entrada.
ResponderEliminarUn saludo desde León