Villafáfila está seca. Estamos a mediados del mes de mayo
y ya no queda agua; es una verdadera pena y desastre para todas las aves que se
reproducen en las lagunas. En la Salina Grande el agua se reduce a una fina
lámina cercana a la depuradora y el puente romano. Nada más. La falta de
lluvias es más que preocupante y la influencia del cambio climático en las aves
es, cada vez, más clara y desastrosa (es increíble que todavía muchas personas
lo nieguen).
La única agua que podemos encontrar está en las lagunas
de la Casa del Parque. Lugar en el que se concentran las aves que se acercan
hasta este maravilloso y seco enclave en estos momentos.
En mis dos últimas visitas he podido disfrutar de una
enorme variedad de limícolas. Limícolas que se mueven en un enclave perfecto
para ellos. Buenas zonas de limo en las que pueden alimentarse o criar
dependiendo de si están en paso o no.
Los limícolas se caracterizan por convivir y comer todos
en un mismo lugar sin interferirse unos con otros. La diferencia de longitud en
los picos y las patas hace que diferentes especies puedan vivir en un mismo
espacio sin interferirse, sin entrar en competencia directa por el alimento.
Todos consiguen alimento. No se interfieren unos a otros
y se pueden ver grupos muy variados de especies en un mismo lugar como me ha
ocurrido en mis últimas dos vistas a Las Lagunas de Villafáfila en las que he
podido disfrutar de una enorme variedad.
Voy a centrarme en los que he podido ver en estas dos
últimas visitas aunque hay otras especies que no he visto pero si se encuentran
en las lagunas como el correlimos de Temminck o la aguja colipinta y otras que
he visto en otras ocasiones pero en estas dos últimas no, como zarapito real y
trinador.
Pareja de correlimos gordo fuera del agua. |
La primera especie a la voy que a hacer referencia a los
tres ejemplares de correlimos gordo que pude disfrutar; de aspecto rechoncho,
regordete y achaparrado luciendo unas preciosas galas nupciales de un intenso marrón
anaranjado.
Estos preciosos correlimos, provenientes de sus cuarteles invernales en África, han parado
una temporada entre nosotros para descansar. Pude ver otros dos ejemplares en
el puente romano.
Correlimos tridáctilo con plumaje de invierno (lo más blancos) y reproductivo. |
El siguiente es el precioso correlimos tridáctilo de los que
pude disfrutar de nueve ejemplares con plumajes diferentes tanto de verano
(época reproductiva), como de invierno e incluso alguno a medias de mudar. Correlimos
con una migración muy parecida a la del correlimos gordo.
Chorlitejo grande delante de correlimos tridáctilos. |
Correlimos tridáctilos con un correlimos gordo sacando la cabeza fuera del agua. |
El correlimos zarapitín es otro de estos pequeños buscadores
en el limo que se mueven sin descanso. Entre ellos también pude ver los dos
plumajes siendo el nupcial una verdadera preciosidad.
Correlimos zarapitín. |
El más pequeño de los correlimos también apareció: el
correlimos menudo. Pequeño pero incansable e infatigable en su búsqueda de
alimento.
Correlimos zarapitín (plumaje estival), correlimos menudo y chorlitejo grande. |
Correlimos común. |
No podía faltar el correlimos común, el más numeroso de
todos los que pude ver: alrededor de sesenta-setenta ejemplares que se movían
como un pequeño ejército junto con los más de cincuenta chorlitejos grandes que
muchos de ellos descansaban entre las piedras de la orilla.
Chorlitejos grandes, correlimos comunes y algún infiltrado. |
Archibebe común entre correlimos comunes. |
Los chorlitejos chicos estaban en otros menesteres
reproductivos ignorando por completo a sus compañeros de laguna, como los
andarríos chicos que se movían entre avocetas, cigüeñuelas, combatientes o
archibebes comunes y un solitario archibebe claro.
Cigüeñuela y archibebe claro. |
Enorme variedad de limícolas que en esta laguna han
encontrado el lugar idóneo para su viaje o reproducción ante la desolación de
ver las lagunas sin agua.
Hola José,
ResponderEliminarQue todavía alguien niegue el cambio climático y su transcendencia en la naturaleza, solo es entendible en los muy burros o muy interesados.
Y la sequía solo es una de sus consecuencias.
Como dices, la temporada de cría será nefasta en Villafáfila. ! Una lástima !
Un saludo desde Donosti
Alfredo
Hola Alfredo. Aunque parezca increíble todavía hay quien lo niega. No llueve...es un desastre.
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