Me he despertado pronto tras un día largo, triste y complicado. Quería escribir algo pero no sabía cómo orientarlo en este espacio dedicado a la naturaleza. A mi mente vino la primera vez que vi un lobo; cogí el libro: “Observaciones de campo del lobo ibérico” y de él extraje este pequeño fragmento: “La primera vez que vi un lobo. Tendría unos siete u ocho años. El verano terminaba y volvía con mis padres y hermano del Lago de Sanabria, donde habíamos pasado casi dos meses en tienda de campaña; justo antes de llegar al pueblo de Galende, en una curva cerrada hacia la izquierda, mi padre redujo la marcha y nos dijo. “Mirad. Un lobo”. El animal cruzó la carretera de izquierda a derecha y comenzó a subir por un camino. Paramos el coche para contemplar cómo subía con un andar elegante y majestuoso, cómo se paraba, se volvía, nos miraba un instante y seguía tranquilamente. Hasta ese momento el lobo, para mí, había sido el malo de los cuentos, con el que se asustaba a los niños y del que los abuelos decían: “Como no comas todo viene el lobo y te come”. Ese día comprendí que algo no encajaba”.
Ese día me enseñaste un animal especial, diferente y lo hiciste como hacías las cosas en todos los ámbitos de tu vida: mostrando el lado bueno de quién fuera aunque su fama, como en el caso del lobo, fuera todo lo contrario. Gracias papá, como dice tu nieta: “No estés triste. Abu Pepe nos mira y nos cuida desde aquella estrella que tanto brilla”.
Los recuerdos se atesoran en vida y cuando la persona que los creó ya no está, son el hilo que nos mantiene unidos.
ResponderEliminarTu padre te dejó un verdadero tesoro de experiencias y actitud ante la vida.
Su presencia la sentirás cuando vayas al campo y te reconfortara.
Que la estrella que es ahora tu padre te guíe.
Todo mi afecto.
Una razón más para mirar esos maravillosos cielos estrellados en las noches mas oscuras, esas que en la tradición tildamos "... como boca de lobo". Lobos, naturaleza, estrellas, personas. Un abrazo.
ResponderEliminarLa naturaleza te ayudará a paliar el dolor y tu hija es la mejor compañera en este viaje. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQue bonito Pepe💜un abrazo muy fuerte
ResponderEliminarQue bonito. Mucho ánimo y fuerza...no dudes que esa estrella os va a guiar siempre. D.E.P. 🌹🌹🌹🌹🌹🌹
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte. D.E.P. Sigue mirando a esa estrella.
ResponderEliminar¡¡¡Qué preciosa narración, Pepe!!!
ResponderEliminarPor eso hay tantas estrellas en el cielo.Como te ha dicho tu hija Lucía, muchos de nosotros tenemos una muy brillante desde la que nos miran y nos cuidan.
No olvides que nadie muere mientras haya alguien en la tierra que lo recuerde. D.E.P
Un recuerdo como el que comentas, es el mejor colofón para despedir a una persona tan querida e importante en tu vida.
ResponderEliminarEntiendo esa necesidad de relatar con tanta nostalgia aquel gran acontecimiento acaecido en compañía de tu padre. Siento la enorme pérdida y, entiendo tus inquietudes después de conocerte un poco más a través de tu gran libro "Observaciones de campo del lobo ibérico".
Un abrazo.
Un fuerte abrazo Pepe
ResponderEliminarMuchas gracias a todos.
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