domingo, 7 de abril de 2024

Recorriendo la bahía de Santander.

La bahía de Santander tiene una extensión de 22,42 km², una longitud de 9 km, una anchura de 5 km, una gran población a su alrededor y una enorme importancia medioambiental. Se encuentra, junto con el Golfo de Rosas (Gerona), incluida en el Club de las bahías más bellas del mundo conformado por 29 bahías de 23 países en el que se deben de cumplir criterios como: Ser objeto de medidas de protección. Tener una fauna y una flora de interés. Tener espacios naturales notables y atractivos. Ser conocida y apreciada a nivel local y nacional. Ser emblemática para la población local y tener un cierto potencial económico.
Esta bahía la recorrimos en dos salidas en barco: en el Osprey de Carlos Sainz y en otro barco turístico que la recorría saliendo hasta el Sardinero.
A bordo del Osprey antes de salir.
Embarcamos en el Osprey guiado por un entusiasta Carlos Sainz que derrocha saber de forma clara y emocional de todo lo que se mueve por su querida bahía de Santander en la que se dedica al “Ecoturismo y la Educación Ambiental, que combina labores divulgativas, formativas y de conservación en la Bahía de Santander desde hace 20 años”.
Gaviota groenlandesa kumlieni.
Salimos del puerto deportivo dirección al paseo de Santander con la esperanza de ver la gaviota groenlandesa kumlieni que como conté en la entrada anterior pudimos disfrutar mientras gaviotas patiamarillas, sombrías y algún gavión atlántico nos sobrevolaban tranquilamente.
Después de ver a la kumlieni nos dirigimos hacia las Dunas del Puntal y Estuario del Miera donde una gaviota cana se movía en la entrada de la ría de Cubas mientras los cormoranes se zambullían en busca de alimento y un halcón peregrino oteaba desde la altura.
Gaviota cana.
Garceta común.
Entramos en la ría de Cubas ante la atenta mirada de un grupo de garceta común que observaban nuestro paso mientras los andarríos volaban con su característico chillido a lo largo de la orilla, un chochín cantaba desaforado y un charrán patinegro nos deleitaba con imponentes picados.
Charrán patinegro.
Carlos Sainz es un apasionado de las águilas pescadoras que conoce, sigue, protege y divulga de forma apasionada y entusiasta que transmite a todos los que le escuchamos expectantes. Dirige un “Proyecto de recuperación del águila pescadora en la ZEC Estuario del Miera y Dunas del Puntal de la RN2000 en la Bahía de Santander, con la instalación de posaderos y plataformas nido, se consiguió establecer en la temporada 2017 a la primera pareja del Norte de España en muchos años”.
Landa, la hembra de la pareja reproductora, estaba incubando en el nido. Por tercera temporada consecutiva está criando la pareja formada por ella, traslocada como pollo en 2018 desde Orelans hasta las Marismas D`Orx también en Francia dentro de un proyecto de reintroducción de la especie y Txuriko, macho escocés de 2013, traslocado a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que en 2017 se asentó en la Bahía.
Nos acercamos hasta dónde era razonable acercarse para no molestarla en su incubación. Buscábamos al macho que debía de llegar para relevarla en la tarea. Un grupo de espátulas, zarapitos, una pareja de tarros blancos y azulones se alimentaban tranquilos en la ría mientras los milanos negros hacían vuelos nupciales o transportaban palos a sus incipientes nidos cuando Txuriko apareció posado en un poste alimentándose de un gran pez.
Se sabe de la presencia de águila pescadora en la bahía de Santander, como mínimo, desde el invierno de 1999-2000 en el que se descubrió a un macho que estuvo viniendo fielmente los 14 años siguientes, desde ese momento su incremento ha sido constante hasta que en el invierno 2022-23 en Cantabria se localizaron 9 ejemplares de los que 3 lo hacen en la bahía de Santander.
Esperábamos ansiosos y expectantes a que Txuriko terminara de comer su parte del gran pez, de repente, se levantó con un poderoso aleteo y se dirigió volando muy cerca del agua hasta el nido en el que Landa esperaba su parte de la comida.
Al llegar la hembra se levantó y tras los saludos protocolarios, Txuriko dejó el pez y se montó encima de Landa para copular; al terminar la hembra recogió el regalo en forma de gran pez y se posó en un poste cercano para dar buena cuenta del alimento mientras el macho se echaba para continuar la incubación.
Acabábamos de presenciar un momento en la vida privada de las águilas pescadoras preludio del nacimiento en varias semanas de una nueva generación como sucedió en las temporadas de 2022 y 2023 en las que nacieron dos y tres pequeños que volaron sin problema hasta África de donde volverán en alrededor de dos años.
Chorlito gris en un grupo de agujas colipintas.
Dejamos a la única pareja de águilas pescadoras que cría en el norte de España y nos dirigimos nuevamente a la bahía mientras un gran gavión nos sobrevolaba imponente y un grupo de agujas colipintas nos observaba expectante desde un espigón próximo. Agujas colipintas con varios chorlitos grises y correlimos gordos infiltrados que están en pleno proceso de migración hasta sus cuarteles de cría.
Agujas colipintas.
Correlimos gordo entre las agujas colipintas.
Retornamos al puerto deportivo con la satisfacción de una gran jornada de visita por la bahía ilustrada por el saber y entusiasmo de Carlos Sainz a bordo de su Osprey. Sin lugar a dudas volveré.
Vuelvepiedras.
Grupo de ostreros con varios vuelvepiedras y una gaviota patiamarilla.
Arao común.
Cormorán moñudo.
Al día siguiente recorrimos la bahía en un barco turístico que nos sacó hasta la playa del Sardinero en el que pudimos disfrutar de innumerables vistas de la belleza de la bahía salpicadas de preciosos y elegantes ostreros, cormoranes moñudos en mitad de la inmensidad del océano, pequeños vuelvepiedras que recorrían la orilla además de gaviotas patiamarillas y sombrías que no paraban en su constante movimiento y un solitario arao que nos miraba indiferente según pasábamos cerca de él para terminar como el gran colofón de la gaviota groenlandesa kumlieni que volvimos a ver para cerrar el gran círculo de descubrimiento de la espectacular y hermosa bahía de Santander.
Gaviota groenlandesa kumlieni.

2 comentarios:

  1. Buen reportaje santanderino, enhorabuena Jose!!!!

    ResponderEliminar
  2. Tomo nota de esta excursión para este verano. Excelente reportaje, enhorabuena José.

    ResponderEliminar